¿Te ha pasado a ti también el hecho de comer sin hambre, solamente, porque tratas de reducir la ansiedad?
La ansiedad puede venir por muchos motivos: el estrés, el agotamiento, la presión, los problemas a los que tienes que hacer frente, la falta de apoyo, el miedo, la inseguridad…
Por otro lado, cuando tienes hambre y comes, consegues calmar tu apetito y obtienes una sensación de calma y satisfacción.
Muchas veces, buscando la misma sensación de placer y bienestar que has sentido después de comer, puedes utilizar la comida, para calmar tus sentimientos de ansiedad o angustia.
Fritz Perls, en su libro Ego, hunger and agression, pone de manifiesto la importancia de digerir aquello que recibimos del exterior, es decir, todas las ideas que provienen de otras personas y que están relacionadas con tu personalidad o forma de ser.
En ocasiones, te dicen cosas que te hacen daño, pero en vez de defenderte o tomar alguna decisión al respecto, te lo “tragas”, y eso te genera “indigestión emocional”, por decirlo de alguna manera.
De niños nos se nos imponen muchos mandatos como:
- No has de contestar mal
- Tienes que ser educado/a
- Los mayores tienen la razón
- No contradigas a tus padres
- Es mejor callarse y no dar tu opinión, si es contraria al resto
- Etc.
Podríamos decir que llevas “tragándote” mandatos y normas de otros sin realmente digerirlos, es decir, sin pararte a pensar si tú, verdaderamente, estás o no de acuerdo con esos mandatos.
Así que cuando surge algún problema, influenciada/o por todas estas creencias, eres incapaz de expresar lo que realmente piensas o sientes.
Porque en algún momento te dijeron que expresiar opiniones contrarias al resto “no es lo adecuado”.
Así que vas tragando y tragando…todo aquello que no te gusta, que te molesta, con lo que no estás de acuerdo o te incomoda.
Comer sin hambre
Esa incapacidad de expresarte como te gustaría, de poder ser tú mism@ hace que, internamente, te sientas mal.
Empiezas a tener la sensación de malestar, de vacío, pero en vez de analizar e investigar qué te está pasando, buscas la manera de TAPAR esa sensación.
Coges la ruta equivocada y te vas a la nevera.
A veces, te cuesta decidir qué comer porque, en realidad, no tienes hambre, es sólo malestar o una sensación incómoda..
Así que, en función de tus preferencias…
…te decantarás por algo dulce o salado.
Cuando estás llena/o, tu sensación de vacío o malestar desparece, al menos de momento y parece que te sientes mejor.
Has conseguido disminuir tu angustia comiendo y, a CORTO PLAZO, ha sido un éxito.
Así que, a las pocas horas, al día siguiente o la próxima vez que vuelves a sentirte “mal”, tu planteamiento será el siguiente: como el comer te ha calmado una vez, ¿por qué no iba a hacerlo de nuevo?
Así que utilizas la estrategia de calmar tu malestar comiendo.
Con el tiempo, se instaura el hábito
Una solución que “tapa” el dolor a corto plazo, si se repite en el tiempo, se instaurará como hábito.
Si mantienes una posición del cuello o la espalda incorrecta, al cabo de un tiempo, sentirás dolor. Si te tomas una pastilla para que no te duela, cuando se acabe el efecto de la pastilla, el dolor volverá.
Porque estás actuando sobre el síntoma y no sobre la causa.
Si tienes un problema de cualquier tipo y, en vez de solucionarlo o afrontarlo, te pones a comer para reducir tu ansiedad, cuando tu estómago vuelva a estar vacío, volverá la ansiedad.
Porque comer no es la solución.
Y eso ya lo sabes.
El problema es: ¿cómo dejas de comer cuando te sientes mal?
Aquí te dejo algunas alternativas a la comida para dejar de comer sin hambre.
1. Identifica tu emoción y aquello que la genera
Cuando sientas ansiedad o alguna emoción incómoda, antes de ir hacia la nevera, te propongo que tomes unas respiraciones profundas y te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Cómo me siento?
- ¿Hay actualmente algún problema que me preocupe?
- ¿Cuánto empecé a sentirme de esta manera? ¿Pasó algo determinado?
Es importante identificar tus sentimientos y también, qué es, aquello que los genera.
2. Permítete cualquier sentimiento que te surja
Una vez identificado el sentimiento, has de darle un espacio para que se exprese.
El problema de los sentimientos “incómodos”, es que no los quieres sentir y haces cualquier cosa, por evitarlos. Comer es una de ellas.
Sin embargo, cuanto más evitas “sentir” más atrapada/o quedas en tu propia prisión.
Los sentimientos no son malos, cada emoción tiene una función determinada y generalmente te avisa de algo, así que date permiso para sentir lo que sientes aunque sea un poco incómodo y trata de averiguar qué función tiene esa emoción o qué mensaje te está dando.
- ¿Será que tienes que aprender a poner límites?
- ¿Quizá necesitas trabajar para aumentar la confianza en ti?
- ¿Están tus críticas haciéndote perder tu autoestima?
3. ¿Puedes hacer algo al respecto?
Cuando tienes detectada la situación, problema o persona que te genera ansiedad, incomodidad o frustración es importante que sepas diferenciar lo que depende de ti y lo que no.
No se puede cambiar lo que ya ha sucedido, pero quizá de cara a las próximas veces, se puede aprender una mejor manera de gestionar la situación.
- ¿Qué es lo que puedes aprender o mejorar por tu parte?
Una de las cosas que puedes mejorar o cambiar es utilizar otra estrategia a la de comer sin hambre para reducir tu ansiedad, eso sí que depende de ti.
También podría ser que tú interpretas de manera negativa todo lo que sucede, en este caso, también depende de ti el buscar una alternativa de pensamiento más constructiva y realista.
- ¿Qué es aquello que no depende de ti?
Cuando lo sepas, acéptalo y suéltalo, porque por más vueltas que le des en la mente, no vas a conseguir cambiar ni la situación, ni la manera que otras personas tienen de pensar o actuar, pues no depende de ti.
4. Cambia el hábito de comer y haz algo diferente
Cuando llevas un tiempo calmando tus emociones a través de la comida, llega un momento que ya ni lo piensas, es un hábito automático.
Así que, vas a tener que ponerle conciencia y “pillarte” cuando vas camino a la nevera o a la cocina buscando “algo de comer” aunque no tengas hambre.
Si consigues darte cuenta, entonces tienes la posibilidad de hacer algo distinto.
Ese algo, puede ser cualquier cosa, por ejemplo:
- salir a pasear
- llamar a alguien
- hacer un dibujo
- pegarte una ducha
- ponerte a cantar o bailar o,
haz cualquier cosa que se te ocurra, que NO sea comer.
Yo te recomiendo que escribas una lista de “alternativas” y te la cuelgues en la nevera, así, antes de dejarte llevar por tu hábito de comer, te recordarás que puedes elegir algo distinto.
5. Se paciente contigo y no te culpes
Si aún tratando de cambiar tu hábito automático, acabas yendo a la nevera a comer, no pasa nada.
Los hábitos, como sabes, no son fáciles de romper.
Y más, si llevas mucho tiempo haciéndolos.
Los expertos dicen que se necesitan 21 días haciendo algo diferente, para que una acción se instaure como hábito.
Por lo que, si quieres dejar de comer sin hambre, tendrás que hacer algo diferente.
Y recuerda seguir los consejos de este artículo, identificando tus emociones, buscando sus causas, etc. porque si lo haces, cada vez te será más fácil identificar las situaciones que te generan ese malestar y también las posibles soluciones que puedes aplicar.
Recuerda que un problema está para afrontarlo, no para comérselo.
¿De acuerdo?
No te agobies, hazlo lo mejor que puedas y sepas.
Eso ya es suficiente.
Y, si necesitas ayuda porque sola o solo no lo consigues, puedo acompañarte en tu proceso. Antes de ser psicóloga, me formé como Dietista, así que en estos casos, trato de combinar la parte de la nutrición con la gestión emocional.
Noe Rosales dice
Siempre me he esforzado por ser la mejor, desde que entré a la universidad he tenido episodios de ansiedad en los que comía mucho, y luego dejaba de hacerlo sin mucho esfuerzo. Pero desde hace unas semanas me siento muy sensible, muy estresada como mucho y no sé qué hacer. No tengo a nadie a quién contarle cómo me siento, ni cómo desahogarme; sólo tengo miedo de subir el peso que bajé durante los meses anteriores y que esto sea convierta en un nuevo hábito.
Miriam Esquivel dice
Hola Noe, precisamente el estrés puede ser el causante de que hayas vuelto a comer más. También el no poder expresar tus emociones aumenta tu estrés. Si le explicas a tu médico, quizá él te pueda remitir a algún psicólogo para que puedas hablar de etas cosas. También puedes apuntarte a mi minicurso gratuito de mindfulness en https://www.mypsicologa.com/minicurso-de-mindfulness/ Un saludo.
Erika C. dice
Buenas tardes, quisiera contar mi caso y preguntar por algún consejo o solución.
Como por angustia y ansiedad, y lo veo como un premio o una recompensa por seguir en pie después de tanto.
No soy capaz de decirme que no en la comida porque mucho tiempo a muchos les dije que si a todo, les permití todo sin importar si eso me hiciera daño y yo me restringía.
Cuando eso cambió, decidí entonces no restringirme con lo que mas me gusta, y no prohibirme nada, comer lo que quiera, cuando quiera y como quiera.
Antes me controlaban ya no, y entonces ahora soy yo la que controlo, pero la comida y de mala manera.
Siempre tuve problemas en la familia y de pareja, relaciones tóxicas.
Mi aspecto físico no es el mejor, aunque intento verme lo mejor que puedo. Me preocupa mi salud, tengo casi 20 kilos de sobre peso, 20 años y 1.50 cm de estarura.
Miriam Esquivel dice
Hola Erika, supongo que tienes que hacer las paces con tu pasado para empezar a cuidar de ti. Te dejo un par de post que espero te ayuden en tu proceso: https://www.mypsicologa.com/sanar-las-heridas-del-pasado/ y https://www.mypsicologa.com/cuidar-de-ti/ Un saludo
Lorena dice
Hola, si pasa que tengo una ansiedad terrible por las noches y aunque coma en poca cantidades, como varias cosas. He leído sobre el hambre emocional y quería saber un más al respecto. Como y llego a un punto donde tengo ganas de vomitar pero no lo hago. Esto de la ansiedad me pasa más cuando me quedo en la madrugada con tareas como ahora.
Miriam Esquivel dice
Hola Lorena, todavía no he escrito ningún artículo sobre el hambre emocional, pero comer para calmar o reducir las emociones que son difíciles de sostener es una estrategia, aunque no la más adecuada. Quizá podrías empezar por preguntarte qué es lo que te provoca ansiedad. Te recomiendo este artículo que habla sobre la ansiedad por si te sirve: https://www.mypsicologa.com/controlar-la-ansiedad/Un saludo
T dice
El leer este articulo me ayudo bastante. Me identifiqué bastante con la situacion y creo que a partir de mañana empezaré a cambiar el habito de comer por el de ahorrar. Cada vez que sienta que debo comer deberé ahorrar 2 pesos, y asi espero que logre dejar este habito y ademas ahorrar un poco. Digo mañana en lugar de hoy porque hace apenas 5 minutos salí a la tienda a comprar unas galletas, y eso me hizo darme cuenta de que nuevamente estaba cayendo en lo mismo. Gracias por escribir esto, de verdad que me fue de ayuda
Miriam Esquivel dice
Qué bien, cuánto me alegro de que te ayude y te vaya bien. Y con el dinero que ahorres compra algo que realmente te guste. Un saludo
Ibeth dice
Muy buen articulo como sin hambre solo porque es hora de comer veo la comida y pienso en comer y no desperdiciarla o no cada vez estoy peor mi marido es de salir a cenar a calle y yo aun cuando no tengo hambre termino comiendo y no disfruto de esa comida y termino incómoda de mi estomago este articulo me ayuda a hacer conciencia e iniciar por cambiar hábitos gracias
Miriam Esquivel dice
Me alegro Ibeth que te sirva. Recuerda que son 21 días para cambiar un hábito, así que sé paciente contigo. Un saludo.
Micaela dice
Tu artículo me iluminó, es excelente. Gracias!
Miriam Esquivel dice
Me alegro Micaela. Gracias por tu feedback 🙂
Mayra dice
Hola tu artículo me ha resultado muy interesante. La verdad que llevo mucho tiempo tratando de perder 20 kg que traigo de más y aunque he tratado todo siento que no hay manera. El problema es que como sin hambre porque me entran unos antojos que son casi incontrolables. Lo peor es que si no como la idea no se me va de la cabeza. Voy a tratar lo de los 21 dias para ver si le funciona. Me caso en abril y no quiero ser una ballena en vestido de novia.
Miriam Esquivel dice
Claro que sí Mayra. Te dejo un par de artículos más relacionados con el tema: https://www.mypsicologa.com/controlar-ansiedad-dieta/ y https://www.mypsicologa.com/hacer-dieta/ que espero te puedan ayudar. Y recuerda que si sola no lo consigues, puedo acompañarte en tu proceso. Un saludo.
Virginia dice
Hola Se que tengo un problema en mi forma de alimentarme, hace tiempo noto que como sin tener apetito y que no me sació. Se que es emocional pues de niña que lo hago, probablemente porque no me permitían expresarme, pero hoy que puedo hacerlo, tengo el mal hábito arraigado, y quiero quitármelo, trataré con los 21 días, gracias expresarme y me sentí
Miriam Esquivel dice
Muy bien Cristina, recuerda que si dentro de los 21 días hay uno que te lo saltas, la cuenta vuelve a 0…así que sé paciente contigo y no te enfades que, el querer cambiar un hábito que no te conviene, ya es un gran paso. Además, sigue practicando esa escucha interna y la expresión de aquello que sientes. Un saludo.
Alicia dice
hE LEÍDO TU NOTA, Y TE CUENTO QUE CUANDO COMENCÉ LA MENOPAUSIA engordé 30 kg. Recién me acababa de separar y criaba tres varones adolescentes. Empecé a trabajar en dos escuelas, soy maestra, así todo el día. Un día, hace 3 años, me hablaron de un médico milagroso , supuestamente homeópata, que me hizo bajar en 5 meses , 20 kg, con medicación que hacía preparar en una farmacia, Luego supe que se trataba de un CÓCTEL de medicamentos y lo dejé. Resultado: engorde lo perdido, tuve problemas de hipertensión muy importantes y mi ánimo está por el piso, tremendas angustias y crisis de ansiedad. Hoy acabo de llamarlo para pedirle turno, aunque se que es pernicioso, pero siento que sin la medicación nunca mas VOLVERÉ a estar delgada, y lo peor es la hipertension, tuve casi un acv hace poco y las crisis, SEGÚN el medico son emocionales y cada vez mas frecuentes. gracias por tu atencion,
Miriam Esquivel dice
Hola Alicia, gracias por comentar. Siento leer lo que me cuentas, pues uno de los efectos de las “dietas o remedios milagrosos” es que cuando acabas, recuperas todo lo perdido. Si los problemas de hipertensión fueron como consecuencias del coctel de medicamentos, ¿estás segura que quieres volver a repetir? Es cierto que con la menopausia se engorda y cuesta mucho más perder lo engordado, pues cambia el metabolismo. Mi consejo es que busques a un dietista que te ayude a cambiar los hábitos de alimentación y a un psicoterapeuta que te ayude a gestionar tu ansiedad. También decirte que con la edad, cada vez tenemos menos requerimientos calóricos, es decir, que el cuerpo necesita menos calorías para cumplir sus funciones, así que empieza por reducir las cantidades que comes. Un saludo.