¿Cuántas veces utilizas el “pero” en tus frases?
Ahora también puedes escucharlo haciendo click en “Reproducir”:
Según Fritz Perls, creador de la Terapia Gestalt, todo lo que viene ANTES del “pero”, queda anulado por éste.
Por lo que si dices “me gustaría cambiar, pero no puedo”, en realidad, lo único que estás diciendo es “no puedo”.
Tienes excusa para todo
Sobre todo, para aquello que te da pereza o que no te apetece hacer.
Ejemplos:
- Este libro parece interesante, PERO (anula lo dicho hasta el momento) no tengo tiempo de leer (excusa). Lo que realmente estás diciendo es = no lo voy a leer (afirmación real).
- Me gustaría verte, PERO (anula lo anterior) estoy muy liada para quedar (excusa). La afirmación real es = no quiero quedar o no quiero verte aunque lo disfrace con impedimentos.
- Me gustaría aprender sobre ese tema, PERO (vuelve a anular lo primero) yo ya tengo una cierta edad (excusa). La afirmación real es = no quiero aprender o me da pereza.
Prueba a identificar tus propias frases en las que sueles ponerle un “PERO”, y serás capaz de ver tus excusas.
Y, quizá, alguna creencia que te pueda estar limitando.
¿No puedes realmente o has dejado de intentarlo?
Quizá hayas escuchado muchas veces o te hayas dicho:
- “no puedo”
- “es muy difícil”
- “para qué lo voy a intentar”
- “¡estás loco!”
Entonces, ante el más mínimo desafío, simplemente, dices “me gustaría cambiar, pero NO puedo”.
Hay un cuento de Jorge Bucay que me gusta mucho y que expresa muy bien este concepto. En él, nos habla de un elefantito que luchó y luchó durante un tiempo para soltarse de una estaca a la que estaba atado, hasta que un día se cansó y dejó de intentarlo.
Te dejo el video del cuento:
https://www.youtube.com/watch?v=YA6DBPi2KLI
Ahora me gustaría preguntarte algo:
¿Cuándo dejaste tú de intentarlo?
¿Cuándo renunciaste a tu sueño?
¿Cuándo aceptaste tu “no puedo”?
Cambiando el “no puedo” por el “sí quiero”
Cuando hablas de cosas que sí quieres, pero que te has auto-convencido, de que NO puedes, es el momento de cambiar tus falsas creencias.
Si realmente crees que no puedes, hazte las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que necesitarías para poder?
¿Qué te falta?
¿Qué te sobra?
Sobre todo, no te pongas las típicas excusas de…
- Me falta tiempo
(Organízate mejor el día, levántate más temprano, delega algunas tareas a otras personas, pide ayuda…)
- Es que ya soy muy mayor
(¿Mayor para qué? Busca por internet y verás la cantidad de personas “mayores” que hacen cosas extraordinarias).
- Es muy difícil conseguirlo
Puede, pero ¿habrá que intentarlo, no?
Las excusas te encadenan a tu zona de confort, te dan una falsa seguridad y te mantienen atrapada/o en tu “vida conocida”.
Asumir riesgos
Muchas veces, la tarea más difícil es superar las limitaciones que tu propia mente te impone.
La misma frase de “me gustaría cambiar, pero no puedo” ya es una limitación.
En el momento en que te das vía libre, te desapegas de tus falsas creencias y te convences de que es posible crear en tu vida aquello que quieres, entonces,
- las oportunidades surgen
- las personas adecuadas aparecen en tu vida, y
- encuentras los recursos necesarios para llevarlo a cabo.
Y si realmente asumes el riesgo, al cabo de un tiempo, no entiendes cómo pudiste estar tanto tiempo sin hacer nada.
Sin embargo, aceptar lo que sí quieres en tu vida, implica renunciar a lo que no quieres.
Y en este paso, hay otro porcentaje de personas, que se queda atascada.
Por ejemplo,
- No quiero relacionarme con esta persona porque no me aporta nada, pero claro, la conozco desde hace tanto tiempo…
- No quiero este tipo de trabajo, pero formarme y buscar otro trabajo que ni siquiera sé si voy a encontrar, me da una pereza…
- No quiero estar más en esta relación de pareja, pero ¿y si no encuentro a otra y me tengo que quedar solo/a?
Fíjate, incluso siendo cosas que NO quieres, tienes mil razones para mantenerlas.
Tienes que elegir
No hay otra manera.
Tienes que elegir hacer cosas distintas, para llegar a resultados diferentes.
No es posible cambiar haciendo lo mismo de siempre.
Acepta la responsabilidad de tomar el rumbo de tu vida, de elegir lo que quieres y lo que no, y cambia el tiempo que le dedicas a personas, situaciones o cosas que NO te convienen, para focalizarte en lo que Sí te interesa.
Soy consciente de que hay cosas que, aunque no quieras, vas a tenerlas que hacer, al menos, durante algún tiempo.
Pero mi pregunta es:
¿Puedes encontrar una manera de no hacerlo?
¿Puedes quizá hacerlo de manera distinta?
¿Puedes planear un cambio gradual de lo que no quieres a algo que esté alineado con tus valores y con lo que sí quieres en tu vida?
Porque el problema es que como tienes excusas para todo, al final, no haces nada. Y sigues tu vida con la frase con la que iniciaba el post: “me gustaría cambiar, pero no puedo”.
¿Te vas a quedar con esa excusa el resto de tu vida?
¿Qué vas a hacer para cambiarla?
¿Por qué no me lo cuentas a través de los comentarios del blog?
Angélica Aranda León dice
Están Difícil ESTar en esa situación. Siento MUCHa Frustración por que Siempre Quiero Hacer Algo y Terminó haciendo nada Porque SIEMPRE Digo QUIERO Pero no puedo.
Miriam Esquivel dice
Hola Angélica, gracias por comentar. Podrías reflexionar sobre aquello que te impide hacer eso que quieres. Y cuando lo localices, ver de qué manera puedes superar o rodear ese obstáculo. Luego, ¿podrías empezar a dar un pequeño pasito? Uno solo, muy pequeño, pero como se suele decir “sin prisa, pero sin pausa” y pasito a pasito. Muchos ánimos.
Jessica Delgado dice
mUY bonito este BLOg me ayudará a cambiar algunas cosas con mi familia y principalmente en mi vida aunque no me es tan FÁCIL ya que tengo muchas heridas que tengo que sanarlas y quisiera ser un chica alegre y no dejarme llevar solo por las escusas y no hacer nada para luego estarme lamentado de porque no lo HICE y con las misma escusa de siempre pero es que no puedo, no entiendo o no tengo tiempo eso lo quiero cambiar porque se que no me llevará a nada bueno y estoy CONSCIENTE de eso pero sin embargo no lo hago.
Miriam Esquivel dice
Hola Jessica,
Gracias por comentar. Me alegro de que te guste el blog y sobre todo de que puedas encontrar ayuda para cambiar algunas cosas de tu vida. Claro que cambiar NO es nada fácil. Lo sé por experiencia. Pero que no sea fácil no significa que no sea posible. En tu caso, empezaría por sanar esas heridas del pasado (te dejo un link al artículo que habla de ello https://www.mypsicologa.com/sanar-las-heridas-del-pasado/). Y luego decidiría una cosa que puedes empezar a cambiar. Empieza por una y trata de mantenerla. No empieces con otra hasta que no hayas conseguido cambiar o dirigir hacia el cambio, la primera. Un saludo