Es importante tener en cuenta algunos errores al planificar tu objetivo que pueden conseguir arruinar tu propósito.
Si quieres, también puedes escucharlo clicando en “Reproducir”.
A finales de año y principios del siguiente, suelo reflexionar sobre mis objetivos.
Me gusta valorar las cosas que han funcionado y las que no,
sobre todo,
para no insistir en una estrategia que no funciona.
En este post me gustaría compartir contigo algunos errores al planificar tu objetivo que puedes cometer, con la intención de hacerte más fácil
el proceso de conseguir aquello que te propongas.
Errores al planificar tu objetivo
1º Error: Querer abarcar mucho
- ¿Eres de esas personas que suelen hacerse una lista interminable de tareas para, al final del día, darse cuenta de que sólo has hecho 2 o 3 cosas de la lista?
Uno de los errores que he cometido en estos últimos años es el querer cumplir MUCHOS objetivos.
- ¿Cuántos objetivos te planteas tú cada año?
Claro que va a depender de lo grandes que éstos sean y el tiempo, dinero y energía que requieran.
Pero dime una cosa:
- ¿Conseguiste todos los objetivos del año anterior?
Si es que sí, ¡enhorabuena!
pero si es que no,
dame una cifra concreta de los que conseguiste:
¿2? ¿3? ¿5 objetivos?
- ¿De qué sirve plantearte 10 objetivos si lo habitual es que consigas 3?
Yo te propongo que definas 1 sólo objetivo principal y 2 o 3 más secundarios.
Lo que significa que si concentras todas tus fuerzas para avanzar en ese objetivo principal, probablemente, vas a llegar mucho más lejos que si quieres abarcar mucho.
Si a mitad de año, consideras que ya los has conseguido, pues te marcas otros 3, con otro principal.
2º Error: No saber priorizar
Priorizar es definir qué es lo más importante en este momento y hacerlo lo primero.
Parece sencillo, ¿verdad?
Pero depende del caso, no lo es tanto.
Te pondré mi propio ejemplo:
Para mí, todo lo que supone llevar un blog, una web, servicios online, etc. es algo que no había hecho nunca.
Hay tantísimas cosas que hacer y que tener en cuenta que,
a veces,
me cuesta saber cuál es la más importante.
Así que muchas veces y sin querer empiezo mirando el email y acabo resolviendo cosas que “no son prioritarias”.
¿Te ha pasado esto alguna vez?
La importancia de una tarea depende lo que quieres conseguir con ella.
Imagina que quieres estudiar algo concreto.
En vez de buscar información sobre el curso que quieres,
te pones a buscar “trabajos online”
Quizá el trabajo online sea algo que tengas que buscar
“después”
de tu formación.
Pero al no priorizar o no elegir qué es lo más importante para ti
EN ESTE MOMENTO
al final podría ser que hasta no te pongas a estudiar.
Lo que te has de plantear es: ¿qué es más importante para mí AHORA?
En función de lo que respondas,
tendrás que elegir tareas diferentes.
¿Qué pasa si no priorizas?
Pues que puedes estar dedicando tu tiempo a cosas que no van a acercarte a tu objetivo.
Al final te desmoralizas pensando que no puedes,
pero no es verdad,
quizá lo que pasa es que haces primero las cosas que no son importantes
y es eso lo que te impide avanzar.
Recuerda:
Define primero qué es lo importante en este momento
y luego elige hacerlo en primer lugar.
3º Error: No haber hecho una buena definición del objetivo
Si no sabes dónde tienes que llegar, no puedes planificar el camino.
¿Cuál es tu destino?
Una buena definición del objetivo va a permitir que sepas donde quieres llegar
y de esa manera
poder planificar las distintas paradas del viaje.
Has de buscar objetivos que cumplan los requisitos SMART, es decir:
Específicos: trata de concretar al máximo.
No sirven palabras abstractas como querer tener más…”felicidad”, “autoestima”, “seguridad”.
- ¿Qué significan esas palabras para ti?
- ¿Qué tiene que pasar en tu vida para saber que tienes eso que quieres?
Medibles: Has de encontrar una manera de medir si estás acercándote o alejándote de tu objetivo.
Hay casos que son más fáciles, por ejemplo, “ir dos veces a la semana al gimnasio” y otros un poco más difíciles cuando se trata de sentirte mejor, pero aún y así,
- ¿Cómo sabrás que “te sientes mejor”?
- ¿Qué pasará en tu vida de diferente a lo que pasa ahora que hará que sepas que vas por el buen camino?
Alcanzables: que realmente sea algo que puedes lograr.
Para ello vas a tener que valorar el tiempo, dinero, energía, dedicación, etc. que necesitarás para alcanzar tu objetivo.
Lo ideal es encontrar un equilibrio entre un objetivo lo suficientemente grande que te motive
y lo suficientemente pequeño para que puedas alcanzarlo.
Mi opinión personal es que empieces por cosas pequeñas,
que aumentarán tu motivación
y te darán esa experiencia de logro que hará que,
poco a poco,
vayas definiendo objetivos más grandes.
Realistas: esta característica puede ser un poco más difícil de definir, porque lo que quieres y lo que es posible puede no coincidir.
Por ejemplo,
no puedes pretender que si acabas de dejar una relación
y estás pasando por un proceso de duelo,
te sientas feliz como una perdiz, en una semana.
Eso no es realista.
Imagina que desde que esa persona salió de tu vida,
te has encerrado en casa y evitas cualquier contacto social.
Un objetivo realista podría ser,
por ejemplo,
salir a dar un paseo cada semana con una amiga.
Limitados en el tiempo: no es lo mismo conseguir algo en 3 meses que en un año.
Dicen los expertos que lo ideal es plantearse objetivos que se cumplan entre 6 meses y 1 año.
Más allá de ese tiempo, puedes perder de vista tu objetivo.
Lo ideal sería un objetivo semestral o anual
y luego subdividirlo en objetivos mensuales.
Eso te permitirá seguir el camino sin desviarte.
Una vez tienes bien definido tu objetivo y tienes una buena imagen de él, la planificación será mucho más sencilla.
4º Error: No hacer tu hoja de ruta
Una vez tienes los objetivos anuales y las metas mensuales, has de definir las tareas.
Una tarea es una acción concreta a realizar.
El peligro de no tener hoja de ruta o tareas definidas es que puedes ir saltando de una cosa a otra y no llegar a ningún lado.
Yo te propongo que busques un día y unas horas en concreto para definir tu hoja de ruta.
¿Qué tareas concretas has de realizar para conseguir tu meta este mes?
Puedes también tener metas semanales e incluso diarias.
Y luego has de concretarlas en tareas concretas para hoy y para cada día de la semana.
¿Qué día has decidido dedicarte a crear tu hoja de ruta?
5º Error: Insistir en estrategias que no funcionan
Este es un error muy común.
Es curioso como funcionamos.
Un año te planificas cómo conseguir un objetivo, pero las estrategias que utilizas para conseguirlo no te funcionan.
Al siguiente año,
te vuelves a planificar el mismo objetivo y vuelves a hacer lo mismo que NO te funcionó el año pasado, sin embargo,
este año,
insistes
un poco más.
¿Para qué?
Si te apuntas a un gimnasio y no vas, ¡bórrate!
Apúntate a otra cosa, pero no al gym.
Tipo: bailar, grupos de excursionistas, artes marciales, jugar al tenis, etc.
Cualquier cosa que te motive.
Pero si llevas varios años apuntándote al gimnasio y acabas no yendo,
¿para qué volverte a apuntar?
¡No insistas que no funciona!
Si tu estrategia para perder peso era ir al gimnasio y no te ha funcionado,
¡tienes que cambiar de estrategia!
Revisa aquellas estrategias que SÍ te funcionan para continuar haciéndolas
y aquellas que NO te funcionan para dejar de hacerlas.
Luego,
busca alternativas para dejar de insistir en aquello que NO te funciona.
6º Error: Ser poco realista con los plazos
Normalmente sueles querer que las cosas pasen ya.
Realizar una acción y dar en la diana a la primera.
Pero tienes que tener en cuenta obstáculos, imprevistos, bloqueos, etc. que pueden aparecer en el camino.
Además, yo diría que las personas solemos ser muy optimistas a la hora de calcular el tiempo que puede durar una tarea.
Para ser más realista con los plazos , te propongo varias opciones:
- Calcula el tiempo que crees que vas a tardar y duplícalo, así por lo menos te das un margen para no agobiarte por el tiempo.
- Planifícate solamente 4 días de la semana y dejarte el último para terminar aquello que no te haya dado tiempo el resto de días.
- Te planificas para realizar una tarea determinada durante 2 horas. Pasadas esas dos horas, hayas acabado o no, has de pasar a la siguiente tarea que has planificado. Eso sí, si no has acabado tendrás que incluir más tiempo en la planificación del día o la semana siguiente.
Acuérdate también de ser más tolerante y paciente contigo
y reajusta el tiempo que verdaderamente necesites.
7º Error: Planificar mucho y no pasar a la acción
- ¿Sientes que todavía no has planificado lo suficiente para pasar a la acción?
- ¿Crees que todavía tendrías que aprender más esto o lo otro?
- ¿Llevas una semana planificando y te parece que todavía no puedes empezar con nada?
Entonces, es que te has quedado atrapado/a al planificar.
Yo he cometido este error un montón de veces sin ser consciente de él.
Cuando empiezas algo nuevo,
parece que primero lo tienes que saber todo
y tenerlo todo planificado antes de lanzarte,
para controlar los riesgos.
Pero en el fondo podría ser una excusa que te das
para no afrontar tus miedos.
Por eso, la recomendación es que:
se puede pasar a la acción con un mínimo de planificación.
No necesitas saberlo todo ni tenerlo todo controlado.
Sólo has de empezar a actuar.
Y si te da miedo, no pasa nada, es normal.
Acepta tu miedo,
llévalo contigo debajo del brazo pero aún así,
sigue adelante.
Ya irás reajustando la planificación más adelante si lo necesitas.
De hecho, a medida que vayas teniendo más experiencia,
podrás ver tareas o frentes que ahora no ves
porque todavía no te has movido.
Mi objetivo para este año
Este objetivo es recurrente para mí.
Me lo marco todos los años,
porque es el que más me cuesta:
Evitar la dispersión
¿Cuál es tu objetivo para el próximo año?
¿Te animas a contármelo en los comentarios?
Resumiendo, cuando te planteas alcanzar un reto, has de intentar evitar errores al planificar tu objetivo, porque éstos pueden retrasar que consigas lo que te propones.
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