¿Has sentido alguna vez una necesidad imperiosa de salir de compras?
¿Te has encontrado sin darte cuenta haciendo una limpieza a fondo de la casa, cuando ni siquiera lo habías pensado?
o quizá ¿te has puesto a comer todo lo que pillas sin saber por qué?
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La Terapia Gestalt explica este tipo de comportamiento impulsivo a partir del Ciclo de la Experiencia y considera que, una interrupción de este ciclo, puede provocar una necesidad insatisfecha (o Gestalt interrumpida o incompleta), que provocará el impulso con la intención de completar el ciclo.
En este artículo trataré de explicar cómo el bloquear tus necesidades, hace que te comportes de manera impulsiva.
Los impulsos
Un impulso es un deseo o una emoción que te lleva a realizar algo, sin pensarlo.
Lo curioso de los impulsos es que, normalmente, no eres consciente de que estás realizando un comportamiento impulsivo, hasta que lo has acabado.
No sabes muy bien qué te pasa, sólo tienes una necesidad imperiosa de:
- Comprar
- Comer
- Limpiar
- Hacer deporte
- Tener sexo
- Etc.
Y todo esto de manera impulsiva…¡lo necesitas ya!
¿Nunca te has preguntado qué provoca esa impulsividad?
El Ciclo de la Experiencia
Desde la Gestalt, se define el ciclo de la experiencia como el ciclo de regulación del organismo, pues es la secuencia a través de la cual, el organismo satisface sus necesidades.
El ciclo tiene 8 fases, y voy a explicártelas de manera muy sencilla a partir de un ejemplo:
- Fase 1 – Reposo: imagina que estás en el sofá, tranquilamente sentada, sin ninguna necesidad específica ni concreta.
- Fase 2 – Sensación: notas un poco de sequedad en la garganta
- Fase 3 – Darse cuenta: te das cuenta de que tienes sed
- Fase 4 – Energía: utilizas tu energía para levantarte e ir a la cocina
- Fase 5 – Acción: te llenas un vaso de agua
- Fase 6 – Pre-contacto: pegas un sorbo y te mojas los labios
- Fase 7 – Contacto: bebes el vaso de agua entero
- Fase 8 – Retirada: vuelves al sofá, al mismo estado de tranquilidad o reposo, una vez satisfecha tu necesidad.
De esta manera, el ciclo completo se ha realizado.
Qué sencillo, ¿verdad?
Tienes una necesidad, eres consciente de ella, utilizas la energía que necesitas para llevarla a cabo y la satisfaces.
El ejemplo del vaso de agua es muy fácil de entender.
Pero, ¿Qué pasaría si en vez de tener sed necesitas amor?
Necesidad de Cariño
Pedir amor o un abrazo, es algo que no se suele hacer, quizá porque…
- no te han enseñado,
- la sociedad considera que el estar “necesitada de cariño”, te hace débil (gran error)
- de niña, no te dieron los abrazos o cariño que necesitabas y aprendiste a sobrevivir sin ellos
Las razones pueden ser muchas, pero que no sepas pedir o no te lo permitas, no significa que no lo necesites.
Cómo aparece el comportamiento impulsivo
Utilicemos ahora tu necesidad de cariño o de un abrazo y repasemos las fases del ciclo de la experiencia.
Las fases quedarán, más o menos, de la siguiente manera:
- Fase 1 – Reposo: estás tranquilamente en el sofá
- Fase 2 – Sensación: te sientes un poco triste
- Fase 3 – Darse cuenta: te das cuenta de que te irían bien unos pocos mimos
- Fase 4 – Energía: piensas en llamar a algún amigo o amiga para pedirle un abrazo
- Fase 5_ Acción: marcas el teléfono de Juan y consigues que venga a tu casa a tomar un café.
- Fase 6 – Pre-contacto: Juan viene, empezáis a hablar y tomar café
- Fase 7 – Contacto: En un momento de la conversación, vas a explicarle a Juan que te sientes un poco triste y que necesitas un abrazo, pero entonces tu mente interrumpe tu acción, porque empieza a pensar cosas como:
- “¿cómo interpretará él ese abrazo?”
- “¿Y si te mal interpreta y piensa que quieres algo más?”
- “Pensará que eres débil”
- “Tampoco lo necesitas tanto“
- Etc. etc. etc.
Intentando buscar posibles respuestas a las preguntas de tu mente, empiezas a darle vueltas a la cabeza y acabas bloqueada.
Juan se toma el café y se va. Tu contacto o Gestalt queda interrumpida o inacabada, por lo que NO puedes pasar a la fase de reposo.
Y es precisamente en ese momento, cuando aparecen los comportamientos impulsivos.
Cuando el impulso se apodera de ti
Tú necesidad sigue sin ser satisfecha, tú sigues necesitando un abrazo, pero eres incapaz de pedirlo, entonces empiezas a sentir ansiedad.
Para evitar esa ansiedad aparece, casi automáticamente, el comportamiento impulsivo. Sin tener muy claro por qué surge en tu interior una necesidad imperiosa de irte de compras, de limpiar la casa a fondo o de abrir la nevera e hincharte a comer.
Es algo totalmente irracional, porque el impulso ha tomado el control.
Así que te dejas llevar por tu impulso.
Una vez la barriga está llena, la compra realizada o el piso limpio, parece que tu ansiedad disminuye…aunque te aviso, sólo lo hará durante un rato.
Llegas a un estado de “semi-reposo” por decirlo de alguna manera, porque en realidad, tu necesidad de recibir un abrazo o cariño, volverá a surgir cada cierto tiempo, hasta que consigas completar el ciclo.
¿Comprendes ahora por qué NO sirve de nada utilizar un comportamiento impulsivo para cubrir una necesidad?
Si eres consciente de ello, serás capaz de comprender qué te está pasando.
La interrupción del ciclo de la experiencia
Piensa que, en el ejemplo anterior, he puesto la interrupción del ciclo de la experiencia en la fase del Contacto, pero la interrupción o el bloqueo puede llegar en cualquier momento del ciclo, por ejemplo:
- En la sensación: no sabes lo que estás sintiendo así que ni siquiera puedes iniciar el ciclo
- En el darse cuenta: te sientes mal, pero no eres capaz de identificar el motivo
- En la energía: reconoces la emoción, pero no tienes la energía para llevarla a cabo, o bien, tu mente empieza a molestar con pensamientos negativos ya en esta etapa, y te impide realizar cualquier movimiento.
- En el pre-contacto: consigues ponerte en movimiento, pero en vez de llamar a una persona que podría ayudarte a satisfacer tu necesidad, llamas a otra que no lo hará.
- En el reposo o retirada: consigues que te den un abrazo, pero no quieres parar, no puedes separarte del otro y, por lo tanto, te quedas emocionalmente “enganchada” al otro.
¿Lo ves?
Tienes mil y una maneras de NO darte aquello que necesitas.
Cómo evitar el comportamiento impulsivo
Puede ser difícil que te des cuenta de tu necesidad ANTES de dejarte llevar por tu impulso, pero si lo consigues, si puedes “parar” un momento, podrías hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Qué estoy sintiendo?
- ¿Hay alguna emoción bloqueada?
- ¿Qué necesito?
- ¿Qué estoy pensando?
- ¿Qué hay “debajo” de este impulso?
Si eres capaz de hacerte estas preguntas y encontrar cuál es la necesidad que se esconde bajo tu comportamiento impulsivo, serás capaz de evitarlo.
Es cuestión de práctica.
Pero, si no lo consigues, no pasa nada.
Lo importante es que una vez llevado a cabo tu impulso, sigas investigando sobre tu necesidad.
Trata de ver qué necesidad has de tener en cuenta y en qué momento del ciclo de la experiencia, te has bloqueado.
Una vez encuentras lo que te está faltando o tu necesidad interna, el siguiente paso a plantearse es: ¿cómo puedes satisfacerla?
Por ejemplo,
Si no te atreves a pedir un abrazo a Juan, ¿te atreverías con Sofía? Y si con Sofía no te atreves tampoco, ¿se lo podrías pedir a tu herman@/madre/padre…?
Depende de la fase en la que te bloquees, tendrás que utilizar una estrategia u otra.
Con la práctica, cada vez te será más fácil identificar lo que hay “debajo” de tu impulso y poco a poco, podrás elegir hacer algo diferente y evitar así el comportamiento impulsivo.
Si te ha quedado alguna duda, ya sabes que puedes preguntar dejándome un comentario.
Infografía
Muchas Gracias
He visitado especialistas pero nadie había identificado mi problema, hasta el día de hoy que tuve la oportunidad de leer su articulo. Es su articulo describe perfectamente mi problema.
Me alegro Luis. Ahora que ya sabes cuál es tu problema, estás a la mitad de camino de solucionarlo. ¡Ánimo! Un saludo.