Gestionar las emociones al emprender no es una tarea fácil.
¿Cómo gestionas tú la rabia y la frustración ante los pequeños imprevistos al emprender?
¿Eres capaz de diferenciar entre lo que puedes y no puedes cambiar?
¿Te paralizas por los imprevistos o te pones enseguida a buscar soluciones?
Mis inicios al emprender
Cada persona es distinta y cada emprendimiento también.
Con este artículo quiero darte mi experiencia.
Espero te ayude a avanzar el pupurri de emociones que te espera en tu proyecto.
Mi familia nunca tuvo negocios.
Lo que significa que mis conocimientos como emprendedora eran nulos.
Pero oye, yo ilusión y ganas le echo.
Lo que no sabía es que emprender era como montarse en una montaña rusa.
Te pongo en contexto.
Yo siempre había querido trabajar por mi cuenta.
Pero, sin internet, la cosa era un poco más complicada.
Había intentado “darme a conocer” dejando publicidad en los buzones, pero esa estrategia no me funcionaba.
Cuando un amigo me habló de emprender online me pareció una idea maravillosa.
Y la solución a todos mis problemas de visibilidad.
Mi amigo me montó un blog en un plis.
Y yo hice un curso online sobre visibilidad.
Estuve escribiendo un tiempo artículos y luego quise montar una web.
Un día, en un taller gratuito sobre emprendimiento conocí a un diseñador y me ofreció un presupuesto para hacerme la web que me podía permitir.
Cómo gestionar las emociones al emprender
Yo no tenía ni idea de webs, lo que me dejaba en una situación dependiente de esta persona.
Lo único que me pidió es que yo escogiera un tema que me gustara para mi web.
Primer imprevisto:
El tema que escojo no funciona (después de 2 meses de menterle contenido) y tengo que empezar de cero con otro tema
Emociones: rabia y frustración
- ¿Cómo pude escoger un tema que “no funcionara”?
- ¿Cómo no se dio cuenta él antes?
- ¿Iba a perder todo lo que ya había escrito?
No lo perdí todo, pero sí una parte importante.
¿Y cómo lo gestioné?
Orientándome a las soluciones
Me hice las siguientes preguntas:
- ¿Podía hacer yo algo al respecto para que el tema funcionara?
- ¿Estaba realmente en mis manos cambiar eso?
Y la respuesta fue no.
- ¿Estaba en las manos del diseñador gráfico?
Pues él tampoco sabía
- ¿Podría haber buscado otra persona para ver si podía solucionar los problemas técnicos del tema?
Probablemente.
Pero esa solución requería más tiempo y esfuerzo que escoger un tema nuevo.
Así que opté por esta segunda opción.
En realidad, este imprevisto era algo pequeño y acabábamos de empezar.
La rabia y la frustración pueden traerte pensamientos catastrofistas como…
- No lo voy a conseguir
- Esto de emprender es muy difícil
- Me he tirado dos semanas metiendo contenido para nada
- Tienen razón los que me dicen que no siga adelante con este proyecto…es una pérdida de tiempo
Y si te dejas llevar por tus emociones y pensamientos negativos al emprender…
¿Dónde crees que acabará tu motivación?
Emprender requiere de mucha paciencia.
Durante tu camino vas a tener que lidiar con muchas cosas.
Si no has emprendido anteriormente como es mi caso, serán totalmente desconocidas.
Por eso, una buena manera de gestionar las emociones ante los imprevistos al emprender es que te llenes de dosis de paciencia.
Y que aceptes que la rabia y la frustración son emociones que irán apareciendo de vez en cuando en tu camino.
Mi pregunta para ti es:
¿Eres capaz de identificar y aceptar lo que no puedes cambiar?
Si aceptas tus emociones, podrás superarlas.
Pero si las niegas, te quitarán toda tu energía y motivación respecto a tu proyecto.
Segundo imprevisto:
Me tengo que cambiar de hosting sin pelearme con mi amigo
Emociones: rabia y miedo
Tardé 2 meses más en volver a subir todos los contenidos al nuevo tema.
Según mis cuentas, llevaba ya 4 meses de retraso para poder tener la web activa.
Y entonces, las emociones volvieron a jugarme una mala pasada.
En su momento, yo había comprado el hosting a un amigo.
Y mira que dicen que es mejor no trabajar con amigos…
Pero como yo tenía total desconocimiento de temas técnicos…
(ni siquiera entendía lo que era un hosting),
Sentí que podía confiar en mi amigo.
Y así fue,
hasta que mi web empezó a tener problemas
Entonces mi amigo no estaba “ahí” para resolverlos.
Me sentía rabiosa.
Pero tenía miedo a mostrar esa rabia porque no quería perder la amistad.
Traté de hablar con él y en algunas ocasiones se ofreció a “resolver mi urgencia”
Pero no era un buen plan de futuro.
¿Cómo lo gestioné?
Eligiendo la tranquilidad interior.
Tenía emociones opuestas.
Pero al final, tuve que tomar una decisión que consiguiera mantenerme tranquila y no rabiosa todo el tiempo.
Decidí cambiarme a un hosting compartido y dejar el de mi amigo.
Mi pregunta para ti es:
¿Qué vale más para ti, tu tranquilidad interior o el estar siempre con rabia y estrés?
Prioriza la honestidad contigo.
Y toma aquellas acciones o decisiones que consigan relajarte.
Tercer Imprevisto:
El diseñador gráfico desaparece sin terminar la web
Emociones: decepción y dudas
Ya había conseguido cambiarme de hosting, lo que había retrasado tooodo otra vez.
Y después de que el diseñador llevara 2 semanas sin hacer NADA en mi web, recibí un mail en el que me decía:
“Lo siento mucho, pero tengo mucho trabajo y no sé cuándo me podré poner con tu web”
Después de leerlo, me quedé en shock.
Por un momento, no podía hablar…
No habíamos terminado la web.
Había que configurar el tema, los plugins, los enlaces, etc.
Y yo, ¡no tenía ni idea de cosas técnicas!
Pero lo peor de todo es que: ya no me quedaba presupuesto.
Lo que tenía para la web, lo había gastado en esos 4 meses…
Me asaltaron las dudas.
Mi familia llevaba ya tiempo diciéndome que me tenía que buscar un trabajo “normal”.
Que llevaba ya un tiempo invirtiendo en mi web y no vían resultados.
Y tenían razón, yo tampoco los vía.
Y ahora, además, me había quedado sola y sin presupuesto.
Sentí mucha decepción, porque había confiado en una persona y me sentía traicionada.
¿Cómo lo gestioné?
Aprendiendo y decidiendo no rendirme ante las dificultades.
Decidí comprarme un libro: WordPress para dummies.
Ideal para mí.
Con el libro aprendí sobre plugins, widgets y un montón de cosas más.
Y en You tube, encontré tutoriales y empecé a configurar plugins en mi web.
Después de una semana, había pasado de verlo todo negro, a ver la luz.
Quizá, después de todo, no era tan “dummie”.
Mi pregunta para ti es:
¿Te rindes antes las dificultades o buscas la manera de afrontarlas?
Porque dificultades vas a tener siempre, tanto a nivel personal como profesional.
Pero si tiras la toalla, no conseguirás aquello que quieres.
Tony Robins dice algo así como que solemos sobre estimar lo que podemos hacer en un año y subestimar lo que podemos hacer en una década o dos (10 o 20 años).
Así que mi recomendación es que tomes las dificultades como oportunidades para aprender y crecer.
Y no como fracasos.
Cuarto Imprevisto:
No me aclaro con la parte técnica
Emoción: desesperación
Necesitaba poner el formulario de suscripción en mi web para que puedieran descargarse un ebook que había escrito, pero no conseguía que me funcionara el enlace de descarga.
Por más tutoriales gratuitos que veía, no había manera.
La parte técnica se me hacía una montaña.
Así que me desesperaba.
Sabía que no tenía suficientes conocimientos técnicos y que necesitaba ayuda.
La busqué pero la que encontré superaba mi presupuesto.
Volvía la desesperación y la frutración.
Y se actualizaba mi rabia contra la persona que me había dejado tirada.
La despesperación, la rabia o la frustración no me ayudaban a nada.
¿Cómo conseguí gestionar esas emociones?
Parando y dándome unos días de descanso.
De hecho este parar es muy importante en tu emprendimiento.
Porque son estos parones de “trabajo” los que te van a permitir tomar perspectiva y ver las cosas desde otro lugar.
Existe un equilibrio entre…
- el hacer y el planificar
- el hacer y el Ser
- el trabajo y el descanso
- el trabajo y el ocio
- el tiempo a solas y el tiempo con otras personas
No creas que llegar a este equilibro es fácil.
Porque la cantidad de cosas a hacer en un emprendimiento es tan grande que, si no cuentas con ayuda, te supera.
Y al principio, si tu proyecto no te da rendimientos, tampoco puedes invertir en esa ayuda externa.
Yo todavía estoy tratando de conseguir el equilibrio.
Y todavía paso por períodos en los que hago mucho y luego como consecuencia, tengo que dejar de hacer.
Porque no me da la energía ni la motivación.
Mi pregunta para ti es:
¿Qué te puede ayudar en los momentos en los que no te salen las cosas y te desesperes?
Ten una lista de cosas para poder mirarla cuando lo necesites.
En esos momentos, puede que la desesperación no te permita pensar con claridad.
Pero si tienes tu lista hecha, te será más fácil parar.
Pero sigamos, porque gestionar las emociones al emprender ante los imprevistos no siempre tiene que ser algo difícil o negativo.
También vas a vivir y experimentar emociones positivas.
Emoción: Alegría
Seguía pensando que tenía que haber alguien que me pudiera ayudar.
Así que me puse en contacto con todos los servicios técnicos gratuitos que tenía:
- el del plugin
- el del tema
- el del correo electrónico
- etc.
Y, para mi sorpresa, empezaron a darme soluciones.
Mail arriba, mail abajo…tres semanas después, tenía el formulario de suscripción puesto y ¡funcionaba!
Me invadió la alegría
¡Lo había conseguido!
Esa era la pieza del puzle que me faltaba para poder lanzar mi web online.
Vale, había tardado 6 meses…
Pero estaba loca de contenta.
¡Había conseguido acabar la web yo solita!
Bueno, con ayuda de los soportes técnicos…
Me faltaban muchas otras cosas, pero lo principal ya estaba.
Y aquí hay un riesgo.
¿Qué hubiera pasado si yo me hubiera focalizado en “todas las cosas que me faltaban” en vez de “una cosa” que había conseguido?
¿Cómo lo gestioné?
Focalizando mi atención en lo conseguido y disfrutando de mi emoción positiva.
Llamé a mi madre, a mi amiga y a mi hermana para contarles mi logro
Al colgar, me pegué un baile ¡a mi salud!
La moraleja aquí es: “El que lo sigue, lo consigue”
Estoy segura que ante las dificultades, eres mucho más capaz de lo que crees.
Mi pregunta para ti es:
¿Eres capaz de celebrar tanto tanto tus éxitos aunque sean pequeños?
Cualquier pequeño paso hacia delante es un éxito.
Acuérdate de celebrarlo para no quedarte enganchado en “todo lo que falta”.
Sé que a veces cuando empiezas a “hacer” es difícil parar.
Te dejo este minicurso gratuito de Mindfulness para que encuentres tú tranquilidad para seguir adelante.
Deja una respuesta