¿Te cuesta conseguir tus objetivos?
Si quieres, también puedes escucharlo clicando en “Reproducir”.
¿Cada cuánto tiempo sueles marcarte objetivos?
Yo suelo hacerlo una vez al año, en verano, que es cuando suelo tener más tiempo. Aunque a final de año también suelo hacer un repaso. En realidad, cualquier momento es bueno para plantearse y reflexionar sobre lo que quieres en tu vida.
Hay veces que consigo lo que me propongo en un año, pero otras, mi objetivo es tan grande que, simplemente, me acerco un poco a él.
Uno de los problemas para conseguir tus objetivos es que una vez establecidos, si no los mantienes constantemente en tu mente, es fácil despistarse con las exigencias del día a día y olvidar qué es aquello que quieres para ti.
Mi intención con este post es ayudarte a reflexionar para que, la próxima vez que te plantees un objetivo, tengas claro que sí y que no has de hacer.
6 reflexiones que puedes hacer para conseguir tus objetivos
1. Haz una lista de tus objetivos NO cumplidos
Para conseguir tus objetivos, primero has de saber cuáles de los que te propusiste anteriormente, NO se han cumplido.
Haz una lista de todos ellos. En este punto no hay que reflexionar, sólo hacer un listado.
Eso te dará claridad y visión de conjunto.
2. Reflexiona sobre lo que NO has conseguido
Para conseguir tus objetivos tienes que saber qué es aquello que te funciona y aquello que no.
Ahora es el momento de reflexionar.
- ¿Sabes los motivos por los que no lo conseguiste?
- ¿Podrías encontrar un patrón en tu comportamiento que haga que no lo consigas?
Es importante diferenciar entre:
a) si NO has conseguido NADA en absoluto
b) si has conseguido ALGO, aunque sea poquito
porque aunque a ti no te lo parezca, SÍ existe una diferencia.
Pero por ahora, en este punto nos vamos a centrar en la parte que “no” has conseguido.
El hecho de NO conseguir NADA de tu objetivo, podría indicar algunas cosas:
- Que en realidad no te interesa tanto
- Que es demasiado difícil
- Que es demasiado fácil
- Que no tienes una visión clara de lo que te espera, una vez conseguido
- Que quizá el beneficio que obtendrás, no compensa el esfuerzo que has de hacer para conseguirlo
- Que es un objetivo que depende de que otros se realicen antes
- Que no depende sólamente de ti, el hecho de conseguirlo
- Etc.
- ¿Qué es lo que ha hecho que NO avances?
- ¿Qué cosas has hecho que te han apartado de tu objetivo?
Es importante reflexionar sobre este punto, porque si no tienes claro qué es lo que te aparta de tu objetivo, puedes volver a repetirlo.
Y la idea de esta reflexión es tomar conciencia de las cosas que NO funcionan, para dejar de hacerlas.
Por ejemplo, en mi caso, uno de los objetivos que me propongo a menudo es aumentar el tiempo que le dedico a meditar.
Y año tras año, no lo consigo. Bueno, lo consigo a ratos, pero no soy capaz de mantenerlo.
¿Qué hago yo que me aparta de ese objetivo?
Fácil, me lleno la semana de actividades. Así que estoy agotada y no priorizo el meditar.
Por eso, no lo consigo.
A ver, no siempre el no conseguir un objetivo depende de algo que tú haces o dejas de hacer.
Puede también estar determinado por otros factores, pero ¿los conoces? ¿podrías decirme qué factores son?
En mi caso, me he dado cuenta de que muchos de mis objetivos, dependen de otros, por lo que si no consigo los primeros, es casi imposible que consiga los segundos. O, a veces, no dispongo de información suficiente para avanzar y necesito la ayuda de otras personas.
Curiosamente, no me suelo dar cuenta de este pequeño gran detalle hasta que reflexiono.
¿Y en tu caso? ¿Tienes ya claro qué es lo que te aleja de tu objetivo? ¿Es algo que depende de ti o de otros motivos?
Una vez hecha esta reflexión, avancemos un poco más.
3. Haz otra lista de los objetivos que SÍ conseguiste realizar
Seguro que hay cosas que has conseguido.
Si no en su totalidad, en parte.
Pues apunta la parte que sí conseguiste.
¿Hecha?
Ahora reflexiona también sobre ello:
- ¿Qué fue lo que hiciste para acercarte a tu meta?
- ¿Dependió de ti solamente o tuviste la ayuda de otras personas?
- ¿Hay algo que puedas replicar (volver a hacer) para conseguir resultados similares?
- ¿Qué es lo que sí te funcionó?
Por ejemplo, yo suelo dispersarme bastante. Soy de esas personas que siempre quiere hacer mil cosas y que todo me parece interesante. Bien, pues aunque para unas cosas esto me va muy bien, a la hora de conseguir mis objetivos me va fatal, porque empiezo muchas cosas a la vez y entonces, se me hace una montaña acabarlas.
Así que este año he estado más “focalizada”, es decir, me planteaba centrarme en “una sola cosa” y ésto, realmente, me ha ayudado. Además, me decía “no empiezo nada nuevo hasta que no acabe con esto que tengo entre manos” y ese comportamiento es algo que creo que puedo mantener para conseguir mis objetivos de este año.
Vuelvo a preguntarte:
¿Y en tu caso? ¿Tienes ya claro qué es lo que te acerca a tu objetivo? ¿Es algo que depende de ti o de otros motivos?
4. Prémiate
Somos especialistas en ver lo negativo y criticarnos por ello, pero las cosas positivas que sí hacemos, que sí conseguimos, las consideramos como “obvias” o “lo normal”.
Perdona, pero de esta manera no valoras absolutamente nada de lo que has hecho y, déjame recordarte que los objetivos no pican a la puerta de tu casa mientras tú descansas en el sofá.
Se requiere constancia, energía y acción.
¿Ya te valoras y premias por ello?
Te lo digo por experiencia, si no tienes el hábito de celebrar tus logros, simplemente, ¡los olvidas!
Por eso ahora quiero que pienses de qué manera te vas a recompensar por tu esfuerzo y resultados positivos obtenidos.
Te reto a comprometerte conmigo.
Piensa en un regalo que te vas a hacer por haber conseguido tus propósitos.
Aunque sólo hayas conseguido uno, o una pequeña parte de él, no importa, lo has conseguido.
Y te ha costado tu esfuerzo, tu tiempo, tu energía…
Así que…
¿Cuál es tu premio?
¿Lo sabes ya?
No tiene que ser algo material, aunque si te apetece, también puede serlo.
Lo importante es que te recompenses.
Que celebres tus éxitos.
Espera…no sigas leyendo…tienes que decidir tu premio.
¿Lo tienes ya?
Bien, ahora quiero que le pongas una fecha a ese premio.
¿Cuándo te lo vas a dar?
Ponte una fecha, un lugar, decide si en compañía de alguien o contigo misma y, durante cuánto rato durará tu regalo.
No te compliques, háztelo fácil, y así, será más fácil cumplirlo.
Disfruta de tu regalo.
Ahora sí,
5. Haz tu lista con tus próximos objetivos
Para conseguir tus objetivos y evitar que, de aquí a un tiempo, llenes tu lista de objetivos NO cumplidos, puedes seguir los criterios S.M.A.R.T.:
S – Específico: Concreta al máximo la definición de tu objetivo
No sirve decir “quiero sentirme bien”. Define qué es para ti “sentirse bien” con cosas concretas.
¿Qué tiene que pasar en tu vida para que tú puedas decir que “te sientes bien”?
¿En qué cosas concretas lo vas a notar?
Escribe esas cosas concretas porque luego las podrás utilizar para “medir” si realmente estás o no consiguiendo aquello que te has propuesto.
M – Medible: Encuentra maneras de poder medir si estás o no consiguiendo tu objetivo
Antes has definido lo que ha de pasar en tu vida de manera concreta.
No sé si una vez a la semana, al mes o al trimestre, eso ya lo decides tú, pero tienes que ir parando y valorando si lo que estás haciendo, te está acercando o alejando de tu objetivo.
Repasa las listas y reflexiones que hiciste anteriormente de tus objetivos NO cumplidos y de aquellos alcanzados.
Si en vez de acercarte, te estás alejando, tendrás que realizar las acciones que sean necesarias para volver a dirigir tus pasos hacia el lugar deseado.
A- Alcanzable y R- Realista: Ajusta tu objetivo a la realidad
Si te planteas un objetivo demasiado grande, enseguida pensarás que es imposible y desistirás de él.
Si te planteas un objetivo demasiado pequeño, no te motivará lo suficiente, y puede que no muevas un dedo por conseguirlo.
Has de encontrar aquello que sea lo suficientemente grande para motivarte, pero que no te genere estrés o agobio como para abandonarlo.
Yo te recomiendo empezar por algo “pequeño” que puedas conseguir rápido, pues eso te dará la motivación necesaria para ir “agrandando” tus próximos objetivos.
Una cosa muy importante es que el objetivo ha de ser realista, es decir, tiene que ser posible cumplirlo, así que cuidado con formular algo que no es posible conseguir a partir de los recursos de que dispones.
T – Limitado en el tiempo: ponte plazos para diferentes acciones.
Está claro que hay diferentes objetivos con diferentes dimensiones y tiempos.
Pero es importante marcarte fechas.
Puede que no tengas claro cuánto puedes tardar en conseguir algo, pues a veces, no depende sólo de ti, pero la idea de este punto es que te marques una fecha para valorar el tiempo que necesitas e ir ajustándolo en función de lo que vayas necesitando.
También puedes fraccionar tu objetivo en diversas metas para que te sea más fácil valorar el tiempo que necesitarás para conseguirlo.
6. Mantén tu objetivo a la vista
De nada sirve plantearse un objetivo, si a los pocos días o semanas, te olvidas de él.
Así que después de todo lo que has trabajado en la creación de tus objetivos, tienes que tenerlos presentes.
Para mantener vivo tu objetivo puedes hacer alguna de estas cosas:
- Imagínate cómo te sentirás una vez conseguido tu objetivo (haz esta visualización una vez a la semana como mínimo)
- Escribe tu meta en un papel y cuélgala en algún lugar visible
- Escribe cada semana las acciones que vas a realizar para acercarte a tu objetivo
- Revisa al final de la semana lo que sí has hecho y lo que no te ha dado tiempo
- Reajusta el tiempo que necesitas para realizar tus acciones.
De estas 4 estrategias que te acabo de mencionar, te recomiendo especialmente la primera, la de alimentar esa imagen de tu objetivo conseguido en tu mente para mantener tu motivación lo suficientemente hambrienta, que no puedas parar de realizar acciones que te lleven en la dirección adecuada.
Espero que estas reflexiones te ayuden a tener un poco más claro cómo conseguir tus objetivos.
Pero ahora me gustaría que volvieras al punto número 4: ¿me cuentas cómo has pensado premiarte?
Deja una respuesta