Llevo muchos años invirtiendo en mí, haciendo talleres y cursos de crecimiento personal,
“trabajando” mi interior y eligiéndome a mí como una de las cosas más importantes de mi vida, en la que merezco y quiero gastar mi dinero.
Desde mi experiencia, puedo explicarte algunos de los beneficios de invertir en mí que he obtenido.
Pero déjame darte una pequeña explicación de lo que, para mí, significa crecimiento o desarrollo personal:
Es Ser capaz de Mirar en tu Interior y de Comprender:
- Qué hace que te sientas de una determinada manera y no de otra
- Por qué te afectan ciertas cosas y qué puedes hacer al respecto
- Cómo priorizarse
- Qué te hace feliz, qué te pone triste, cómo combatir tu rabia o poner límites
- La importancia del amor propio
- Cuáles son tus miedos y qué te paraliza
- Cómo tu reacción ante determinadas personas o situaciones, te bloquea
- Cuáles son tus sueños u objetivos
- Etc, etc. etc…
Realmente, hay muchas cosas que puedes conseguir, simplemente, preguntándote, escuchándote y tomando acciones.
Beneficios de Invertir en Ti
1. Entender qué te pasa y saber gestionarlo
Te voy a hacer una pregunta.
Cuando te sientes triste, irritado, nerviosa, inquieto, rabiosa, angustiado… ¿sueles preguntarte…?
“¿qué me pasa?”
Piénsalo bien.
En general, es posible que le eches la culpa de tu malestar a cualquier persona o situación externa. Como crees que lo que te pasa viene determinado por el exterior, no comprenderás que existe una conexión entre tu manera de interpretar lo que te ha pasado y tu emoción, así que si te sientes irritada/o lo pagarás con las personas más cercanas y te irás a la cama pensando que “has tenido un mal día”.
Pero estas situaciones, se pueden evitar si Te conoces y conoces Tus reacciones.
Pongamos un ejemplo.
Supongamos que alguien te dice algo que te molesta.
En ese momento, no reaccionas, sin embargo, empiezas a sentirte mal. Al cabo de 2 horas te viene un dolor de barriga, de cabeza o un sentimiento difuminado de malestar.
Muchas veces, ni siquiera eres conscientes de que “eso” que te han dicho, te ha molestado, pero aunque la cabeza no se entere, el corazón, sí.
Otras, la cabeza es muy consciente y ayuda a meter cizaña…
- “y por qué me habrá dicho esto”,
- “pues qué se ha creído”
- “tendría que hacerlo él o ella, ¡a ver si es tan fácil como dice!”…
bla, bla, bla…
El caso es que se te queda ese sentimiento de malestar dentro y te empiezas a “sentir” muy mal sin saber bien bien por qué.
Cuando llegas a casa ya has olvidado el incidente del trabajo, pero algo en tu interior no acaba de estar bien…a veces, es como si un volcán estuviera a punto de explotar, otras, como si un río estuviera a punto de desbocarse…
Quizá te da por llorar, por despotricar contra alguien o contra el mundo, o bien, por aislarte y no relacionarte con nadie.
Si, para entonces, no te habías preguntado
¿qué me pasa?
uno de los beneficios de invertir en ti es que:
- Eres capaz de detectar en el momento, lo que te sienta mal
- Eres capaz de identificar tu sentimiento y saber de dónde viene
- y puedes tomar una decisión de qué hacer al respecto.
La comprensión de lo que te ha sucedido, te dará la posibilidad de Gestionar y no “Reaccionar” o “Padecer” aquello que te sucede.
2. Vivir una vida más relajada
Al conocer tus Sentimientos y Tus Reacciones, es más fácil aceptarlos y aceptarTE.
Es más fácil aceptar la tristeza o la rabia que estar luchando para NO sentirlas.
Invertir es ti hace que sepas lo que está sucediendo por tu interior, en cada momento.
O quizá , no en “ese preciso momento”, pero sí, cuanto te paras a escucharte.
Y eso, te da mucha tranquilidad porque tu vida deja de ser una montaña rusa…
para oscilar entre montañitas y llanuras
3. Confiar en tus recursos y tus capacidades
Cuando sabes lo que te pasa, aceptas tus sentimientos y comprendes tus reacciones, surge en ti la posibilidad de decidir, qué hacer al respecto.
Si alguien te dijo algo que te molestó, es posible que puedas decidir si vale la pena hablar con esa persona, o no.
O, quizá, la próxima vez que te suceda algo parecido, serás más capaz de reaccionar en el momento, pues sabrás identificar lo que te sucede.
Saber que tienes recursos para utilizar en diferentes situaciones, y que eres capaz de tomar decisiones, aumenta la confianza en ti misma, y también, tu autoestima.
Dejas de ser una veleta, cambiando en función de las circunstancias, y pasas a tomar el control de tu vida.
No estoy diciendo que nada te afecte, que es diferente.
Digo que las cosas te afectan, pero tienes recursos para gestionarlas.
4. Poder cambiar la percepción
Este es el mejor de los beneficios del crecimiento personal, desde mi punto de vista.
Muchas cosas nos afectan porque las miramos bajo un determinado prisma o color.
Si algo te molesta, te entristece, te da rabia…y eres capaz de aceptar y gestionar esos sentimientos, entonces, también serás capaz de darles la vuelta.
De vez en cuando es bueno que nos planteemos si eso que tanto nos afecta, lo podríamos mirar desde otro punto de vista.
De hecho, uno de los objetivos de la terapia, consiste en ayudar a las personas a cambiar su percepción.
Porque si cambiamos la percepción, cambiarán nuestros sentimientos y nuestras reacciones y, como consecuencia, también nuestro comportamiento.
5. Tener una relación cariñosa con una misma
Como regalo, además de todos los anteriores, mejorar la relación con una misma, es uno de los beneficios del crecimiento personal, que no tiene precio.
Hace años, cuando empezaba mis cursos y mis terapias, recuerdo sentirme muy insatisfecha conmigo. Todo me parecía mal, tenía siempre mil críticas para hacerme, y nunca acababa de sentirme satisfecha.
Empecé a ir a una terapeuta que utilizaba el método de la Louise Hay y me ayudó a re-conectar con mi “niña interior”.
La niña interior es esa parte más ingenua, espontánea, infantil, dulce…que todos llevamos dentro.
¿Recuerdas tu inocencia cuando eras niña?
Si no lo recuerdas, bastará con que mires o te relaciones con algún niño o niña pequeño.
Pues esa inocencia, esa ingenuidad, esa bondad…sigue estando en ti.
Aunque, en función del tipo de relación que tengas contigo misma, se expresará más, o menos.
Una vez conectas con esa parte más ingenua, es más fácil dirigir tus pensamientos hacia una buena relación.
No es lo mismo decirte: “¡que mal lo has hecho!”
A decirte, “no pasa nada cariño, esta vez, no nos ha salido como queríamos, tampoco es tan grave. Sólo es cuestión de practicar más”.
¿Ves qué gran diferencia puede haber en tu diálogo interno?
Podrás pasar de la autocrítica a la automotivación.
¿Qué te parecen estos beneficios?
Para mí, el trabajo conmigo misma, ha supuesto un antes y un después en mi vida.
Por eso, si necesitas un acompañamiento en tu proceso de crecimiento personal, no dudes en contactar conmigo. Pues yo ya he pasado por todo esto, y conozco bien el camino.
Claro, que sigo caminando.
Pero estoy segura de que puedo aportar un poco de luz o guía.
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