Ahora también puedes escucharlo haciendo “click” en “Reproducir”:
¿Cuántas veces te ha pasado hundirte o bloquearte porque las cosas no salieron como esperabas?
A mí, unas cuantas.
Aprender a gestionar las emociones no es nada fácil, así que en este artículo me propongo darte algunas claves para que te sea más sencillo.
Siempre digo que la formación en Inteligencia Emocional tendría que ser una asignatura del colegio, pero de momento, no la han puesto como obligatoria. 🙂
¿Qué es una emoción y qué función tiene?
Una emoción es una reacción psicofisiológica que, generalmente, proviene de un pensamiento.
Según la Terapia Breve Estratégica existen 4 emociones básicas:
- Alegría
- Tristeza
- Miedo
- Rabia
Pero otros autores añaden también: la sorpresa, el interés, la verguenza, la aversión y el asco o repulsión.
Las emociones nos dan información sobre la situación en la que nos encontramos.
Y también, nos motivan a tomar acción.
Cada emoción tiene una función determinada.
Por ejemplo,
- el miedo nos ayuda a evitar o protegernos de situaciones peligrosas
- la tristeza es una reacción natural ante una situación o pérdida que está fuera de nuestro control.
- la rabia nos ayuda a protegernos ante una situación de discriminación o un trato injusto.
- la alegría nos permite disfrutar y sentir placer.
Durante muchos años las emociones han ayudado a la humanidad a sobrevivir, convivir, comunicarse, etc. por lo que podemos decir que tienen una función adaptativa.
Tipos de emociones
Se pueden clasificar en:
- Emociones Positivas: como la alegría y el interés
- Emociones Negativas: como la rabia, el miedo, la tristeza, la verguenza, la aversión y el asco.
- Emociones Neutras: como la sorpresa
Hay algunos autores que no hacen distinción entre emociones y sentimientos, pero podríamos decir que el sentimiento “dura más tiempo” que una emoción.
Por ejemplo, a partir de una emoción como la rabia, puedes tener un sentimiento de frustración.
- También te puede interesar…
¿Qué sucede cuando NO sabes gestionar tus emociones?
Pues que padeces y sufres todo aquello que te pasa porque NO tienes otra opción.
Te pongo un ejemplo:
Te pasa algo o te dicen algo que te SIENTA mal, entonces, si no lo gestionas, porque NO has aprendido, REACCIONARÁS de alguna de las siguientes maneras:
- Te entra el miedo y huyes
- Explotas en un ataque de rabia
- Lloras y te hundes
- Te entra la ansiedad y te bloqueas
- Tu propia respuesta aprendida surge automáticamente (aunque no sea la más adecuada)
Te pondré un ejemplo:
Imagina que estás en el trabajo y has dado una presentación a tus compañeros sobre un tema que ellos no dominan.
Cuando acaba tu presentación, tu jefa te dice:
“Has hecho un buen trabajo, la próxima vez, trata de alargar tu presentación porque ha quedado muy corta”.
Depende de cómo INTERPRETES este comentario, tendrás una emoción positiva o negativa.
Interpretación Positiva:
- Piensas: “están contentos con mi trabajo, sólo tengo que alargar un poco mi presentación, pero el resto estuvo muy bien“
- Emoción que desencadena el pensamiento: Alegría, satisfacción.
Interpretación Negativa:
- Piensas “no les ha gustado mi presentación, deben pensar que no soy buena/o para mi trabajo, no me valoran después de todo lo que yo me esfuerzo“
- Emoción desencadenante: Rabia, Tristeza, Frustración…
Esta interpretación sucede en décimas de segundo, por lo que muchas veces, ni eres consciente de lo que has pensado.
Pero de repente te encuentras sintiéndote fatal y sin saber muy bien por qué.
En este caso, estás PADECIENDO una emoción negativa a paritr de una interpretación que TÚ has hecho.
Aprende a gestionar tus emociones
¿Qué alternativa tienes?
Ser consciente del proceso interno que sucede en ti para poder cambiarlo.
Como las personas no suelen ser conscientes del pensamiento que les ha provocado su emoción, mi labor como psicóloga es ayudar a las personas a encontrar su interpretación o pensamiento negativo.
Seguimos con el ejemplo anterior, pero esta vez, empezamos a partir del sentimiento.
Para que puedas tú también llegar a compreder cómo surge esa interpretación “equivocada”.
Imagina que te sientes mal y no sabes muy bien por qué.
Lo primero que has de hacer es…
1. Identificar tu emoción
Puedes hacerte la siguiente pregunta:
- ¿Qué estoy sintiendo ahora mismo? ¿rabia, tristeza, frustración…?
Imaginemos que tu respuesta es: Frustración (pues llevas ya varias horas sintiéndote mal)
Para seguir investigando, te podrías hacer las siguientes preguntas:
- ¿En qué momento he empezado a sentir esa frustración?
- ¿Qué ha pasado durante el día de hoy? (si no encuentras nada, podrías repasar los días anteriores)
- ¿Con quién he hablado?
- ¿Qué me han dicho?
La intención de estas preguntas es la de Identificar una Situación Concreta a partir de la cual te empezaste a sentir mal.
Vamos a suponer que, repasando tu día, llegas al momento de la presentación que hiciste en el trabajo.
Detectas que fue justo después de ésta, cuando tu jefa te hizo un comentario determinado.
Recuperas el comentario, de tu jefa:
“Has hecho un buen trabajo, la próxima vez, trata de alargar tu presentación porque ha quedado muy corta”.
Y entonces, recuperas también TÚ interpretación:
“no les ha gustado mi presentación, deben pensar que no soy buena/o para mi trabajo, no me valoran después de todo lo que yo me esfuerzo”
2. Gestionar tus emociones
Justo aquí, EN ESTE MOMENTO, es cuando tienes la capacidad de aprender a gestionar tus emociones.
Cuando eres CONSCIENTE de la INTERPRETACIÓN, generalmente, automática y negativa que has hecho del comentario que te hicieron.
¿Ves?
A partir de tu emoción, encuentras el pensamiento que te lo provoca.
Pero la idea no es quedarse con la interpretación que tu mente te da.
No, no.
Hay que seguir investigando por qué haces esa interpretación negativa y no otra.
Así que te puedes preguntar:
- ¿Qué es lo que más te molesta de ese comentario?
En el caso del ejemplo, la persona podría contestarme que lo que más le molesta es que “no se siente valorado/a”.
Pero fíjate que su jefa en ningún momento dijo que no lo valorara, sinó que fue a partir de su interpretación con la que llegó a esa conclusión.
Así que yo sigo investigando y les hago otra pregunta que ahora te hago a ti:
- ¿En qué otro momento de tu vida te has sentido “poco valorada/o”?
Y vamos a suponer que en esta investigación, a la persona le viene un recuerdo de su infancia o de otro momento de su vida en el que NO se sentió valorado/a.
Ahí se establece la conexión:
En general, podemos decir que:
- Si durante tu infancia y debido a la relación que tuviste con las personas que cuidaron de ti, te has sentido poco valorada/o, aprenderás a interpretar el mundo a partir de una idea equivocada sobre ti mism@
- Si durante tu vida adulta te han (o te has) repetido muchas veces bien sea con palabras, gestos o acciones que “no vales”, “no eres capaz” o “no eres suficiente” también empezarás a interpretar el mundo a partir de esa falsa creencia.
Y es esa creencia equivocada que tienes sobre ti la que provoca tus pensamientos negativos y el motivo principal por el que te sientes mal.
Cuando el pasado se inmiscuye en tu presente
Siempre les explico a mis clientes que cuando hay una situación en el pasado que NO ha sido gestionada o aceptada, se queda un dolor emocional reprimido que necesita ser liberado.
Siguiendo con el ejemplo que te estoy poniendo en este caso.
Ahora ya te has dado cuenta de que durante toda tu infancia te has sentido poco valorada o valorado y eso duele ¿verdad?
Bien, pues cuando sucede una situación actual en la que tú, aunque sea debido a una interpretación equivocada, vuelves a sentir esa falta de valoración, el dolor se activa automáticamente.
Pero, fíjate porque aquí viene el kit de la cuestión:
El 10% del dolor pertenece a TU PRESENTE: que te hayas sentido poco valorado o valorada por tu jefa.
Y el 90% del dolor pertenece a TU PASADO: todo el tiempo que te sentiste poco valorada o valorado en tu infancia o en una relación anterior.
Si aprender a gestionar tus emociones no ha sido una prioridad en tu vida, entonces, vas a vivir muchas situaciones como ésta.
Un dolor pasado se introduce en tu presente, pero como NO eres capaz de diferenciarlo, simplemente te hundes o te bloqueas.
Parece absurdo si lo miras desde fuera.
¿Cómo es posible que un comentario de tu jefa o de cualquier otra persona pueda desestabilizarte emocionalmente?
En realidad, no es el comentario de tu jefa, de tu amiga/o, de tu pareja…no.
Es TU Interpretación NEGATIVA de una situación ACTUAL, que está basada en una EXPERIENCIA DE TU PASADO.
Así que, si quieres RESPONDER en vez de REACCIONAR vas a tener que aprender a gestionar tus emociones para que, aunque las cosas no sucedan como quieras, puedas dar una respuesta diferente.
Y recuerda que gestionar no significa NO sentir.
Sentir vas a seguir sintiendo todas tus emociones, pero si eres consciente de tu proceso interno sabrás qué hacer al respecto.
Sé que no es fácil aprender a gestionar las emociones y llegar a estas asociaciones y pensamientos negativos, así que si necesitas ayuda, cuenta conmigo.
Buenas tardes Míriam, estoy casada y mantengo una relación con un compañero más joven que yo desde hace 6 meses, nos hemos visto sólo dos veces pero digamos que tenemos una relación por wasap, lo qu te quería comentar es que siempre me busca cuando está enfadado con su pareja o se toma aunque sea una copa, el resto del tiempo tenemos una relación de buenos amigos,esto es normal? Nunca he establecido con nadie este tipo de te relación y nunca he estado con otra persona estando con mi marido, sobre todo quiero saber que significa el que me busque cuando se ha tomado una copa, eso es bueno o malo? Mil gracias.
Hola Silvia, no entiendo muy bien a qué te refieres cuando dices si “eso es bueno o malo”. Cuando una relación no funciona, es posible que uno o a veces los dos miembros de la relación, empiecen a buscar en otras personas aquello que no tienen en su relación. Pero también hay personas que a pesar de tener una relación, buscan a otras para tener única y exclusivamente relaciones sexuales. Según dices, sólo tienes una relación de amistad, pero quizá lo que te tendrías que preguntar es qué está buscando esa persona en ti y qué buscas tú, si es que buscas algo, en él. Un saludo.
Me encantó este post y si, estoy totalmente de acuerdo y me hizo recordar que, juzgo muchas veces el presente o los presentes acontecimientos y no me pongo a reflexionar que la mayoría de las veces, sí no es que todas, provienen de una situación no trabajada en el pasado. Muchas gracias por ser un recordado Míriam. GRACIAS UNIVERSO POR HABERME PUESTO EN TU CAMINO!!!!
Gracias Gloria por tu comentario. 🙂 Un saludo