¿Te sientes insatisfecho/a con el momento presente?
¿Te pasas la vida pensando que cuando eso o aquello suceda “entonces” serás feliz?
¿Sientes que, por más que “haces” tienes la sensación de que siempre “te falta algo”?
Si has contestado que sí a alguna de estas preguntas, entonces, déjame explicarte porqué el Mindfulness puede ayudarte.
El Mindfulness es un camino hacia ti.
Después de formarme como instructora de Mindfulness, este método lo he incorporado a mi práctica profesional y también a mi vida.
¿Qué es el Mindfulness?
El Mindfulness, traducido en español como Atención o Conciencia Plena es la capacidad de estar presente en el aquí y el ahora.
Y ¿qué significa “estar presente”?
Colocarse en un lugar en el que “observas” o “tomas consciencia” y en el que puedes elegir dónde diriges tu atención, aunque en general, ésta se dirige al momento presente.
Solemos tener un constante bombardeo de pensamientos sobre:
- las personas a las que tienes que llamar
- lo que tienes que comprar
- el trabajo pendiente
- las cosas que tienes que hacer cuando llegues a casa
- lo que no se te puede olvidar
- los planes para mañana o la semana
- las preocupaciones que te surgen
La lista se haría interminable igual que tus pensamientos.
Imagina ahora que cada pensamiento pesara 1 kilo.
¿Cuántos kilos crees que llevarías tú encima?
Aunque en realidad el pensamiento no pesa a nivel físico, sí pesa a nivel energético, es decir, estar pensando constantemente gasta tu energía.
Tipos de pensamientos
Tienes un montón de pensamientos cada día.
Según el contenido de los mismos, podríamos clasificarlos en:
- Positivos: pensamientos sobre cosas que te hacen ilusión, recuerdos de experiencias positivas, etc.
- Neutros: son los típicos de las tareas que has de hacer o los que te relatan lo que haces en el momento
- Negativos: suelen ser valoraciones negativas de uno mismo o de otra persona o situación.
Según el tiempo al que se refieren, podrían ser:
- Sobre el pasado: recuerdos, memorias, conversaciones que tuviste o que te hubiera gustado tener, experiencias que viviste, etc.
- Sobre el futuro: sueños, objetivos, cosas que quieres o tienes que hacer en el futuro bien sea cercano o lejano, etc.
Fíjate que, sea como sea,
¡te pasas la vida pensando!
Y viviendo bien sea en el pasado o en el futuro.
Luego no te extrañe que tengas estrés.
El Mindfulness te da la oportunidad de quitarte,
por algunos momentos,
el peso de los pensamientos para
poder vivir la vida que está sucediendo en el AHORA.
El Origen del Mindfulness
El Mindfulness fue conocido tanto en medicina como en la sociedad de la mano de Jon Kabat-zinn, conocido internacionalmente como científico, escritor y profesor de meditación.
John Kabat-Zinn considera el Mindfulness como una manera de ser y de conectarse con la vida.
Mejor te dejo un pequeño vídeo de él para que puedas escucharlo de sus propias palabras.
Mindfulness y estrés
Si pudieras calcular tu nivel de estrés donde “0” significa “nada de estrés” y “100” implica “mucho estrés”,
¿cuánto nivel de estrés hay en tu vida en este momento?
- Si tienes muchos pensamientos, yo diría que tienes mucho estrés.
- Si estás en constante “hacer” entonces, tienes mucho estrés.
No todo el estrés es “malo”.
Es necesario cierto grado de estrés para poder funcionar.
El problema es que la respuesta del cuerpo al estrés debería durar minutos y no horas como es probable que te suceda.
Si antiguamente, la respuesta del cuerpo al estrés permitió a nuestros antepasados ponerse a salvo de un animal salvaje (parte positiva del estrés),
ahora puedes sentir estrés por:
- la cantidad de cosas que tienes que hacer
- la charla que te espera con tu jefe/pareja/padres/amigo…
- las pilas de papeles que tienes en la oficina.
En el primer caso (el del animal salvaje) existe una situación de vida o muerte.
Si tu cuerpo no reacciona huyendo o peleando, es posible que el animal te coma.
Pero,
¿qué pasa con lo que te provoca el estrés actualmente?
¿Corre tu vida peligro si no haces “todo” lo que tenías planeado?
¿Es de vida o muerte la conversación que tienes pendiente con tu jefe?
Claro que no.
Pero tu cerebro y tu cuerpo reaccionan como si lo fueran.
Por eso, si no quieres acabar quemado, deprimida o con ansiedad es necesario que retomes el control de tu cuerpo y tu mente.
Y el Mindfulness te puede ayudar a ello influyendo en la manera en la que tu cerebro gestiona tus reacciones ante el estrés.
¿Cómo se practica el Mindfulness?
1. Meditando (te dejo un audio cortito)
La práctica del Mindfulness implica
(siguiendo con la analogía del peso de los pensamientos),
que puedas quitarte un poco de peso de tu mente,
o que puedas ahorrar y conservar tu energía.
Una de las formas de practicar el Mindfulness es apartándote de todo estímulo externo.
Sentarte en un lugar en el que puedas estar en soledad,
cerrar los ojos y dirigir tu atención a tu respiración.
Lo normal es que los pensamientos interrumpan tu práctica y, sin darte cuenta te encuentres pensando en cualquier otra cosa.
Pero no pasa nada,
porque así funciona la mente.
Déjame aclararte que meditar no es no pensar en absoluto.
Los pensamientos van a venir.
Simplemente, déjalos pasar y no les hagas demasiado caso.
Aquí te dejo un audio de 3 minutos con una meditación de Mindfulness para que practiques la atención en la respiración.
2. Sintiendo el cuerpo
Otra manera de estar presente es estar atento a las sensaciones corporales.
Mientras lees este texto, presta atención a las sensaciones que puedas percibir en este momento en tu cuerpo.
- ¿Notas alguna tensión? ¿en qué parte?
- ¿Notas algún cosquilleo o picor? ¿dónde?
- ¿Notas alguna zona de dolor?
Sólo date cuenta de lo que sientes en tu cuerpo en este momento…
3. Atención al afuera
Otra forma de estar presente es tomando consciencia de lo que sucede a tu alrededor.
Las cosas que ves,
los olores que percibes,
los ruidos o sonidos que oyes,
los colores y formas que hay a tu alrededor.
Recuerda que tu mente va a venir con sus historias.
Pero es tu práctica del Mindfulness lo que te va a ayudar a mantener la atención donde tú elijas.
4. Mindfulness en movimiento
Estar presente en el aquí y el ahora lo puedes hacer:
– mientras caminas
– mientras haces cualquier actividad (la limpieza de la casa, la comida, etc).
De hecho, uno de los ejercicios que se realizan en Mindfulness es el yoga.
Pero es un yoga enfocado a observar:
– cada sensación corporal
– cada músculo de tu cuerpo en movimiento, postura o estiramiento.
Se trata de sentir el cuerpo mientras te mueves.
Aceptar lo que ES sin juzgar
Todas estas maneras distintas de practicar el Mindfulness tienen una cosa en común:
NO hacer juicios ni valoraciones de ningún tipo.
Si por ejemplo, estás observando tu respiración
y te das cuenta de que tienes una respiración muy superficial,
centrada principalmente en tu pecho,
has de conseguir aceptar esa respiración tal como es en ese momento y sin querer cambiarla.
Porque si te pones a “pensar” cómo “deberías respirar”
pierdes el contacto con el ahora
y te pierdes de nuevo en el pensamiento.
Cómo anclarse en el presente (Mindulness para principiantes)
¿Cuándo practicar el Mindfulness?
Lo ideal es a cada momento.
- Tomas una respiración consciente…estás presente.
- Te das cuenta de lo que sientes en tu cuerpo en este momento…estás presente.
- Observas lo que hay a tu alrededor…estás presente.
Pero como tienes a una mente muy saltarina y que te inunda a pensamientos durante todo el día,
te recomiendo que busques un espacio y una hora concreta
para poder sentarte
y desconectar de tu hacer
para dedicarte a Ser.
Ahora que ya tienes una idea más clara de lo que es el Mindfulness y cómo practicarlo, te invito a que pruebes mi mini-curso de Mindfulness online gratis, en el que te enviaré 5 audios para guiarte y que puedas practicar el Mindfulness en diferentes situaciones.
Gemma dice
Me parece muy interesante el curso. Gracias por recordarme que este presente. Es para mi muy motivador y a veces complicado lo que tratas que ponga en práctica, en mi día a día!!
Un saludo
Miriam Esquivel dice
Hola Gemmma, sí lo es, para ti y para mí, pero en realidad, si sólo consigues hacer varias respiraciones conscientes al día…ya sería suficiente…para estar un poquito más “despierta”, que es que nos perdemos en el hacer constantemente. Un saludo.