A finales de un año o a principios del siguiente solemos decirnos a nosotros mismos esta famosa frase “año nuevo, vida nueva”.
Y solemos empezar nuestro nuevo año, con nuestras mejores intenciones.
Pero muchas veces, se quedan solamente en eso, en intenciones.
¿Por qué?
¿Por qué es tan difícil empezar un año nuevo con una vida nueva?
- Será porque… ¿seguimos haciendo lo mismo que el año anterior?
- Será porque… ¿seguimos pensando igual?
- Será porque… ¿nos rendimos a los 3 días o a la semana y volvemos a nuestra rutina habitual?
- Será porque… ¿nos ponemos demasiados objetivos a la vez y nos agobiamos?
Sea por lo que sea, el caso es que esta famosa frase acaba quedándose en eso, una frase.
¿Cómo conseguir aplicarla?
Te invito a hacer un pequeño ejercicio:
- Elige 1 sólo objetivo
- Escribe en un papel todas las formas posibles de “no conseguirlo” ¿qué tendrías que hacer o dejar de hacer, pensar o dejar de pensar para no conseguirlo?
- Una vez aclarada la información anterior, escribe otra lista con las cosas que sí podrías hacer para conseguirlo. Pero quiero que escribas, incluso la cosa más insignificante pero que te llevará en la dirección hacia tu objetivo.
- De la segunda lista, hoy, ahora, escoge la cosa más pequeña y ponla en marcha.
- Mañana tendrás que volver a hacer el paso 3 y 4 y, así, sucesivamente. Cada día, tendrás que escoger algo, pequeño, banal, mínimo, pero llevarlo a cabo.
Te invito a escribirme y a contarme tu proceso cuando consigas tu objetivo!
¡Ánimo!, ¡Que tú puedes! y recuerda ¡Año nuevo, vida nueva!
Miriam Esquivel dice
Muchas gracias Luna. Me alegro que te haya gustado el artículo y que te sirva. Si ya has empezado mentalmente, ahora sólo te falta una pequeñísima acción para ponerte en marcha. Ánimo y Saludos!
luna dice
Fantástica idea. Gracias, mentalmente ya he empezado creo que va a funcionar. Me gusta mucho el artículo e smuy interesante y práctico a la vez. Feliz año y que se os cumplan todos vuestros objetivos.