¿Hasta qué punto consideras que tu sexo es “tuyo”?
Entendiendo por “tu sexo” tu manera de disfrutar tu sexualidad, tu placer, tu intimidad, tu sensualidad…
¿O quizá depende tu placer de tu pareja?
Muchas mujeres, piensan que es el hombre el que las ha de hacer sentir una serie determinada de cosas, como si ellos tuvieran el poder sobre nuestra sexualidad.
El hombre ayuda, pero no es la clave.
La clave eres tú.
Y espero que este libro te ayude a verlo claro.
¿Qué les pasa a las mujeres?
¿Alguna vez te has preguntado por qué en las películas o novelas rosas, tienen un sexo increíble?
Yo nunca me lo había preguntado hasta que leí este libro.
Hay un relato en el que Sylvia de Béjar explica algo así:
“un beso, un encontronazo contra la pared, dos embestidas y placer en el acto”.
Es buenísimo.
Tan bueno, que no existe.
O, al menos, para las mujers, sucede en ocasiones excepcionales.
Sin embargo, estamos siendo bombardeadas bien sea a través de las películas, la publicidad, los amigos (y algunas amigas), el amante de turno, etc. con ciertas normas, que nos imponen desde fuera, de qué manera tenemos que experimentar nuestra relación sexual.
Eso sí, el mensaje es muy distinto, bien sea dirigido hacia las mujeres o hacia los hombres.
Sexo y Mente
Contéstame una pregunta más:
¿Es posible disfrutar del sexo si estás enganchada a tu mente?
Para mí la respuesta es obvia.
Espero que para ti, también.
Pero lo que no es tan obvio es cómo llegas a quedarte enganchada en el pensamiento.
- La forma en que asumes tu feminidad
- la aceptación de tu cuerpo o,
- cómo vives tu sexualidad
están influenciada por los mensajes que recibiste cuando eras pequeña y, por todos los mensajes que has recibido de la sociedad en la que vives.
A las mujeres, nos han bombardeado tanto con esa falsa imagen de cómo tiene que ser una relación sexual, que estás tan preocupada por ello, que te olvidas de sentir.
Y entonces, es imposible disfrutar.
¡Porque estás pensando!
La cita
En el libro, hay un ejemplo muy divertido, que trataré de resumir aquí:
Julia y Luís se conocen desde hace algún tiempo porque han trabajado juntos en un proyecto y, aunque es evidente que ambos se gustan, nunca ha pasado nada entre ellos.
El último día del proyecto, Luis le propone quedar para cenar esa noche.
Julia acepta encantada.
Para Julia, la cita empieza, por decirlo de alguna manera, desde el momento en que él se lo propone, ya que empieza a pensar cómo prepararse para su cita.
Después del trabajo se va casa y empiezan los preparativos: se hace la cera, se pinta las uñas, se maquilla, se hace un peinado, se prueba unos cuantos modelos, se perfuma…
Luis se ha entretenido porque ha tenido una reunión muy larga en el trabajo, por lo que como no le da tiempo de pasar por casa para ducharse y afeitarse, se va directamente al lugar donde han quedado.
La cena se alarga con una copa, y acaban en casa de Luís.
Éste tiene una idea clara en su mente, pero a Julia le asaltan sus inseguridades:
- ¿estaré yendo demasiado rápido?
- ¿Si me acuesto con él en la primera cita, dejaré de gustarle?
- ¿Por qué se ha fijado en mí?
- ¿No querrá aprovecharse?
- ¿estará fingiendo que le gusto para acostarse conmigo?
Luís simplemente disfruta de los besos y el contacto con su cuerpo, sin más.
Le desabrocha el vestido que cae al suelo.
Ahora Julia vuelve a desconectar porque nuevas dudas asaltan su mente:
- ¿Pensará que estoy gorda?
- Quizá no le gusten mis pechos pequeños, debería operarme…
- ¿tendrá preservativo? ¿y si se lo pregunto y se ofende?
Ahora dime una cosa:
Con todos los pensamientos que le rondan a Julia por la cabeza,
¿Crees que en este punto ella ha podido llegar, ya no a excitarse, sino simplemente a relajarse?
¿Tú qué crees?
Porque yo diría que noooooooo.
Y esto, que es muy divertido leerlo, es posible que te pase más veces de las que quieras reconocer.
Y te lo digo por experiencia, jeje.
Una cuestión de autoestima
Tener una buena sexualidad pasa por tener una buena autoestima.
- Si no te respetas, ¿cómo vas a hacer que el otro te respete?
- Si no sabes lo que necesitas, ¿cómo podrás pedirlo?
- Si no te valoras, ¿podrás apartarte de aquellos que no lo hacen?
- Si crees que no mereces, ¿cómo podrás darte lo mejor?
Has de saber cuidar de ti misma y de lo que quieres a nivel sexual, para que no necesites constantemente la aprobación del otro.
Para que seas tú la que elijes.
Y no te pongas en un estado pasivo, a recibir lo que el otro quiera darte.
Nop.
Una buena autoestima, va a permitir que disfrutes de tu sexualidad.
Así que, no te olvides de trabajarla.
Tu sexo es aún más tuyo
Lo que el libro te propone es que rompas con esos mandatos sociales, con esa falsa imagen que, en algún momento compraste y que ahora, no te permite disfrutar de tu sexo.
Hazte responsable de tu sexualidad.
Y no la dejes en manos de nadie.
Pues igual que tu vida, tu sexualidad es tuya.
Por eso, sea cual sea el problema o dificultad que tengas a nivel sexual, hazte esta pregunta:
¿Quién dice que eso sea un problema?
¿Es un problema que las mujeres necesiten más tiempo de preliminares que los hombres?
¿Quién ha dicho que eso sea un problema?
Sylvia propone lo siguiente:
“analicemos nuestro modelo de sexualidad desde una perspectiva femenina (que nos respete, nos tenga en cuenta y nos deje vivir).”
Porque no podemos seguir pensando en nuestra sexualidad, desde un modelo machista o patriarcal
Conoce tu sexualidad
Lo que está claro es que si TÚ no conoces:
- cómo reacciona tu cuerpo
- qué necesitas para excitarse
- qué te relaja
- de qué manera te gusta ser tocada
- qué cosas no te gustan en absoluto
- etc.
Estarás siempre a merced del otro.
¿Te vas a quedar frustrada por no tomar tu parte de responsabilidad?
Cada cuerpo es distinto y tú has de guiar al otro hacia lo que a ti te da placer.
Pero para eso, antes has de haberlo experimentado, bien sea, pidiéndolo a tu pareja o probando contigo misma.
Así que te voy a dejar un par de ejercicios para practicar:
1º – Habla de sexo con tu pareja: explícale lo que te gusta, lo que no te gusta, lo que te excita, lo que te pone tensa, lo que no quieres hacer, lo que te gustaría probar…
2º – Experimenta a solas contigo misma. Así, tendrás la experiencia para poder comunicar después.
Y si quieres comprar este libro, puedes hacerlo en el siguiente enlace (soy afiliada)-
De todas formas, veo que no se ha vuelto a editar y por eso el precio es más elevado de lo habitual.
¡Feliz lectura!
Hola Miriam. Quería en primer lugar darte las gracias por tus publicaciones y por la manera clara y concisa con que explicas las cosas. En segundo lugar quería comentarte una duda que me corroe desde que terminó mi última relación hace ya varios meses. Yo he tenido tres relaciones largas en mi vida y en las dos primeras no tuve problemas a la hora de tener relaciones sexuales. Con mi última pareja, en cambio, sí que lo viví de manera no demasiado agradable, ya que en la mayoría de las ocasiones se negaba a complacerme como yo le indicaba. A mí me resulta casi imposible llegar al orgasmo durante la penetración pero no en cambio con la masturbación o el sexo oral, por lo cual yo le pedía que me lo hiciera a mí antes o después del coito, pero eso a él le exasperaba, decía que esa no era la forma “normal”, que yo tenía costumbres muy infantiles e insinuar a veces que sus parejas anteriores no tenían ese problema. Él insistía, por ejemplo, en que me pusiera encima, que así yo lo alcanzaría más fácilmente, lo cuál me agotaba mucho físicamente,, o que me masturbara durante la penetración, ya sea en la postura del misionero o colocándose él detrás de mí (lo que llaman “la cucharita”) con lo cual si que conseguía a veces el orgasmo, pero no era ni la mitad de placentero que cuando me lo hacía él a mí.
Lo que me da más seguridad es que durante mis dos relaciones anteriores no tuve este problema, porque pienso que si una persona te quiere se preocupa de que sientas placer, al igual que yo los complacía a ellos después de diferentes maneras. Pero esta última pareja insistió tanto en ese tema y me dejó tantas veces a medias de forma consciente que a veces me hace dudar de que mi sexualidad no sea normal.
Muchas gracias
Hola Eva, tu sexualidad es perfectamente normal. Yo no recuerdo ahora qué porcentaje es pero, la mayoría de las mujeres llegan al orgasmo a través de la estimulación del clítoris. Eso no implica que no puedan llegar también por penetración, pero hay muchas que no y otras que necesitan la estimulación del clítoris para llegar. Como bien dices, respecto a la sexualidad, tus dos parejas anteriores eran “lo normal”, éste último…parece que no tenía muchas ganas de aprender o complacer…pero eso es más un problema de él. Un saludo.
Buenas!!! No soy capaz de encontrar el libro por ninguna parte. Esta descatalogado o agotado. Por otra parte quería preguntar si, el título Tu sexo es tuyo y tu sexo es aun mas tuyo, es el mismo libro.
Gracias de antemano! Un saludo.
Hola Alexandra,
Ostras, pues no sabía que estaba descatalogado. La verdad es que el precio que pone en Amazon está sobrepasado. Respecto a tu otra pregunta, no. Son dos libros distintos, “Tu sexo es tuyo” es el primero y “Tu sexo es aún más tuyo” es el segundo. Yo leí el segundo y me gustó mucho y es el que recomendaba, pero si está descatalogado…poco podemos hacer. Un saludo.
Gracias por este post, necesitaba leer algo así. Buscaré el libro. Un abrazo.
Me alegro que te gustara Cristin. Un saludo.