¿Te ha pasado alguna vez que han pasado tus límites y tú no te has dado cuenta?
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¿Qué significa poner límites?
Trataré de explicártelo poniéndote ejemplos.
Imagínate que una persona empieza a desvalorarte y a hablarte faltándote al respeto, poner un límite puede ser por ejemplo:
- decirle que te hable de manera distinta y que no te falte al respeto
- informarle que si continúa hablándote así, no continuarás hablando con esa persona
- si sigue, irte
Otras veces hay personas que quieren “tener razón” o que pienses o hagas igual que ellos.
En este caso, poner un límite puede significar simplemente pedirle que entienda que tú piensas o tienes valores distintos y que cada uno tiene derecho a tener su forma de pensar y actuar.
O también podría ser que alguien quiera hacer algo que tú no quieres, por ejemplo, tener relaciones sexuales o realizar determinadas acciones, mentir, estafar o hacer daño a otra persona.
En este caso poner un límite puede ser decir no y mantenerte en tu decisión.
Pero no tienen por qué ser cosas extremas, a veces, incluso una persona que pretende que tú hagas todo lo que tendría que ser trabajo de ambos, está pasando tus límites, por lo que en este caso, poner un límite es negarte a hacer lo que es responsabilidad del otro.
La falta de Conciencia de tus propios límites
Hay veces que:
- te hablan o te tratan mal
- desvaloran tus opiniones
- te hacen comentarios desagradables
- te miran mal
- desvaloran el trabajo que haces
- hacen comentarios críticos sobre cómo vas vestido,maquillada o el cuerpo que tienes
- etc.
Sin embargo, no asocias esos comportamientos con un traspaso de tus límites.
Tú te sientes mal y no sabes por qué.
No asocias que esos comportamientos no son adecuados.
¿Y por qué no te das cuenta?
Pues podría ser que hayas crecido en un ambiente en el que tus propios padres hicieran cosas parecidas, por lo que tú lo identificas como “normal” cuando no lo es.
O podrías tener alguna creencia que te dice que si dices que no eres una mala persona o te van a abandonar o a dejar de querer.
Yo crecí en una familia donde mi padre, debido a su enfermedad del alcoholismo, nos maltrataba psicológicamente, desvalorando muchas de mis acciones.
El padre de mi madre, había sido muy machista y en aquella época a la mujer no se le respetaba mucho, así que mi madre no era capaz de pararle los pies a mi padre, porque ella no identificaba el comportamiento de mi padre como “grave”.
¿Qué crees que me pasó a mí cuando empecé a tener relaciones que me faltaban al respeto?
Pues que me sentía fatal, pero no entendía nada.
Así que, tuve que APRENDER a Poner Límites.
Cómo poner límites a otras personas
Lo primero que te recomiendo, si todavía no lo has hecho, es que te descargues mi guía gratuita en la que te explico un proceso de 3 pasos para aprender a decir no.
Por otro lado, te resumo algunas de las acciones que tendrás que realizar.
1. Definir los límites personales
Esto consiste en definir:
- qué estás dispuesta/o a aceptar y qué no
- qué te gusta y qué no
- qué trato quieres recibir y cuál no
- cuándo tienes que pararle los pies a otra persona
Muchas veces, sin haberlo pensado antes, ya lo sabes.
Pero otras, donde el límite no lo tienes tan claro, es importante definirlo para no acabar en una situación incómoda.
Una vez definido el límite, tendrás que decidir qué acciones realizarás en caso de que te pasen tu límite.
Por ejemplo:
- Si pasa esto, hago lo otro.
- Si sucede tal cosa, actuaré de tal manera.
Habrá situaciones en las que ni siquiera tendrás que pensar demasiado en esto, porque te saldrá de manera automática, pero ¿y si no sucede así?
Entonces te recomiendo…
2. Identificar las situaciones donde hay que poner límites
Estoy segura que hay situaciones en las que te encuentras incómodo/a.
Empieza a identificar cada una de esas situaciones y a buscar qué es lo que te hace sentir mal.
- ¿Son las personas?
- ¿Es alguna creencia tuya?
- ¿Es la situación?
Sea lo que sea, si te sientes mal significa que algo está pasando y quizá es una situación donde tendrás que definir un límite y una acción asociada.
3. Estar atenta/o a las alarmas corporales y emociones
El cuerpo te avisa cuando algo “no va bien”.
Por lo que cuando no tengas muy claro si han pasado uno de tus límites, siempre puedes escuchar a tu cuerpo.
En general y si la cosa no es demasiado grave, empiezas a sentir malestar.
Es un malestar o incomodidad indefinido porque no acabas de encontrar la causa que te lo provoca.
También podrías empezar a tener pinchazos en:
- el plexo solar (en el centro justo debajo del pecho)
- el pecho
- el cuello
- el estómago
Otra forma que tu cuerpo tiene de avisarte es a través de tus emociones.
Es posible que en situaciones en las que te pasen tus límites te sientas:
- triste
- frustrado
- con rabia
- etc.
Y cuando te han pasado los límites muchas veces, entonces, puede que tengas ansiedad y aquí el cuerpo ya te envía alarmas de:
- Aumento de los latidos del corazón
- dificultad de respirar
- sudoración
- mareo
- etc.
Sea como sea, es muy importante atender a estas señales que tu cuerpo te manda porque te está enviando un mensaje.
Y es necesario que lo escuches para poder reaccionar.
4. Actúa y pon límites
Ya has definido tus límites.
Sabes las situaciones en las que has de estar más atento/a.
Reconoces las señales de tu cuerpo que te avisan de que algo “anda mal”
Y también has decidio qué acción o comportamiento realizar cuando alguien pasa tu límite.
Pues si sólo haces estos pasos pero a la hora de la verdad, no los llevas a la práctica, no te va a servir de nada.
Un límite va asociado a una acción o consecuencia.
Si no fuera así, no habría límite.
Así que ya sabes lo que te toca.
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Cuando el que que se falta al respeto eres tú
No siempre son los otros los que te faltan al respeto.
Me encuentro con muchas personas que ellas son las primeras que lo hacen.
¿Y cómo se falta el respeto a uno mism@?
Pues por ejemplo:
- cuando te propones hacer o decir algo y llegado el momento no lo haces
- cuando te desvaloras o te desprecias
- cuando te pasas el día criticando tu cuerpo
- cuando te exiges constantemente hasta límites que no le exigirías a otros
- etc.
Lo que pasa es que te das mil excusas para justificar esos comportamientos, pero no dejan de ser una falta de respeto hacia ti.
En tu mente existe una vocecita o tirano mental que le encanta faltarte al respeto.
En este caso, tendrás que seguir los mismos pasos explicados anteriormente pero en este caso, contigo.
Un ejemplo de ponerse límites a nivel personal
Imagina que quieres ser efectivo/a en el trabajo y que sueles exigirte mucho.
Al cabo de un tiempo, esa exigencia se vuelve cada vez más agobiante, hasta que finalmente, explotas emocionalmente, por no poder aguantar tu propia presión.
Sigamos ahora la secuencia que hemos estado explicando:
1. definir el límite. Cuando te exijes dar el 100% o el 200% constantemente y no te concedes descansos, te estás poniendo en una situación complicada.
Por lo que una definición de tu límite podría ser, por ejemplo:
Tratar de rendir el 100% en situaciones de urgencia, pero luego, reducir el ritmo y la exigencia personal.
Además de incluir descansos para recuperarte.
2. identificar las situaciones: en este caso una situación de riesgo para ti es el trabajo o un proyecto determinado.
3. identificar las alarmas. Imagina que llevas 4 o 5 días exigiéndote dar todo y más, pero como a pesar de haber definido el límite, te lo estás saltando, empiezas a sentirme mal.
Quizá frustrada/o, agobiado/a, irritable, triste, con ansiedad…o con pinchazos en el pecho.
Una vez te das cuenta, es cuestión de recordarte el límite que definiste y identificar la situación actual en la que NO lo estás llevando a cabo.
3: Poner límites: Como ya te has dado cuenta de que has pasado tu propio límite, tienes la capacidad de reaccionar.
Podrías, por ejemplo:
- darte ciertos descansos en los que puedas recuperar fuerzas
- darte espacios donde hacer activamente nada,
- introducir en tu semana alguna actividad de ocio y disfrute
- reducir tu efectividad al 60-80%
- etc.
Beneficios de poner límites
Si tú te respetas y respetas tus límites, los otros también lo harán.
Si alguien pasa tus límites y tú se lo haces ver actuando de una determinada manera o poniendo una consecuencia, estás enseñando a esa persona cómo debe tratarte.
El saber cuáles son tus límites te protegerá de explosiones emocionales innecesarias.
Cuando seas capaz de poner límites, es decir, de tomar decisiones y actuar al respecto cuando no se cumplan, aumentará la confianza en ti.
Y también aumentará tu autoestima y tu fortaleza.
Si no aceptas que los demás pasen tus límites, no lo toleres tampoco de ti.
Algunos límites serán fáciles de poner y en otros tendrás que practicar, así que tómate esta práctica muy en serio.
Hola . Tengo una relación de 15 años . Mi esposo es emprendedor. Eso me gusta . Pero dedica todas sus fuerzas a obtener sus logros a pesar de que estos le produzcan estrés y a causa de esto constantemente se enoja conmigo , usa insultos y palabras hirientes Y me dice que soy muy delicada y llorona . Que debería ser más fuerte . Que eso es porq me consintieron de niña . Alude el .
Trato de poner límites a su falta de respeto .pero termino sin fuerzas . El siempre gana . Que el habla así , es su escudo de Fensa. He pensado en separarme y no se que pasa . A q le temo si tengo un trabajo estable ?
Hola María, yo también soy emprendedora y no por eso hablo mal a mi pareja o le insulto porque estoy estresada. No es una excusa. Es cierto que el estrés puede llegar a irritar a una persona, pero no es tu problema. Él tendría que encontrar la manera de desestresarte para que su trabajo no afecte a vuestra relación a esos niveles. Si realmente has llegado al punto en el que quieres separarte pero no acabas de dar el paso, quizá este artículo pueda ayudarte: https://www.mypsicologa.com/dejar-a-tu-pareja/ Un saludo
Hola, Miriam la verdad puedo yo como persona llegar al limite de ya no seguir considerando mi amiga a aquella persona que me trato mal? esta bien que yo ya no la considere mi amiga?siento que sobrepaso mi límite ,prácticamente me dijo que yo estaba mal,me hecho la culpa siendo mi amiga, todo por un trabajo en grupo en la universidad
Hola Jakelin, pues sí, es posible, pues las relaciones cambian y los sentimientos hacia las personas también. Yo lo que te diría es que si es una “buena amiga” trates de hablar con ella y decirle cómo te sentiste y cómo eso ha afectado a tu relación con ella para que no se vuelva a repetir. Pero sí, probablemente, ya no vuelvas a verla como antes, almenos, hasta que las cosas se calmen entre vosotras y, o bien, recuperas la confianza en ella o bien, deja de ser tu amiga o pasa a ser una “conocida”. Un saludo.