¿Alguna vez te ha pasado que cuanto más intentas provocar el deseo sexual menos lo consigues?
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En este artículo trataré de explicar por qué algunas soluciones que intentas dar a este problema de falta de deseo sexual, en vez de solucionarlo, lo empeoran y te mantienen estancada en él.
También te daré algunas recomendaciones.
Posibles causas de la falta de deseo sexual
Causas pueden haber muchas, por eso, es muy importante descartar:
- Que no haya causas médicas (físicas o fisiológicas) que lo impidan
- Que no existan otros trastornos psicológicos que puedan estar provocando esa situación como la Depresión o los Trastornos del Comportamiento Alimentario.
- Que no esté tomando fármacos o, en caso de que los tomes, asegúrate de que no son los causantes de esa inapetencia sexual. Algunos fármacos pueden causarla como efecto secundario o provocar efectos concretos como por ejemplo la falta de lubricación.
- Que no estés consumiendo ningún tipo de drogas, ya que éstas pueden alterar las funciones sexuales.
También hay disfunciones como:
- Vaginismo: cuando la musculatura vaginal se contrae sin que la mujer lo desee e impide la penetración.
- Dispareunia: dolor que siente con la penetración o cuando trata de conseguirla.
Estas disfunciones requieren de una investigación más profunda, así que te recomiendo que visites a un profesional.
Vamos a considerar que a ti no te pasa nada de esto y por lo tanto, tenemos que buscar la solución del problema por otro lado.
Cómo se genera la falta de deseo sexual en la mujer
¿Cuántas películas has visto o cuántos libros eróticos has leído en los que generalmente:
- La mujer se excita sólo con que el hombre la mire (sin tocarla)
- Una vez se ha quitado la ropa, está completamente lubricada y lista para el acto sexual
- Su nivel de excitación pasa de 0 a 100 en cuestión de segundos
- La penetración sin lubricación es super excitante
- Etc. etc. etc.
Se empieza en la adolescencia o temprana juventud a ver ese tipo de películas, así que ya me dirás tú, el mensaje que le llega a una persona inexperta sobre el sexo respecto al comportamiento sexual femenino.
Después de años de bombardeo mediático, puede que te hayas imaginado una serie de respuestas sexuales femeninas, que deberías tener durante un encuentro sexual.
Pero, ¿cuál es el problema?
Pues resulta que llegado el momento:
- NO “sientes” lo que “crees” que “deberías” sentir, o bien,
- tu cuerpo NO reacciona como tú esperabas.
Probablemente, después de tantos años viendo películas, te has creado una idea equivocada de lo que sucede en un encuentro sexual y te has creído que “lo normal” es lo de las películas y NO lo que te sucede a ti.
Así que lo que te sucede lo catalogas como “falta de deseo sexual”.
Soluciones Intentadas que empeoran el problema
1. Evitar los encuentros sexuales
Una de las soluciones intentadas más habituales cuando algo nos da miedo o no sabemos cómo manejarlo es la evitación.
Evitar te puede dar una sensación de alivio momentáneo, porque no tienes que pasar por lo incómodo de estar en una situación desagradable o estresante para ti.
Evitas y te sientes, a corto plazo, liberada.
Pero ¿qué sucede a largo plazo?
Cada vez que evitas un encuentro sexual, ¿te sientes más o menos capaz de solucionar tu problema?
Piensalo bien.
Cada vez que evitas, le estás dando el poder a aquello que evitas, por lo que cuanto más lo evitas, más grande se hace el problema.
Es una solución temporal, pero NO soluciona el problema.
De hecho, lo empeora.
Porque cada vez que evitas, estás haciendo que te sea más difícil afrontarlo.
Entonces, ¿evitar te ayuda o te mantiene estancada?
2. Querer provocar VOLUNTARIAMENTE el deseo:
Imagina que empiezas a besar a tu pareja y acabáis en la cama.
Tu pareja está llena de pasión, excitada y lista.
Entonces te das cuenta que tú, ni de lejos, llegas a ese nivel de excitación que ves en el otro.
Empiezan a sonar todas tus alertas.
- ¿Qué me está pasando?
- ¿Por qué no estoy excitada?
- ¿Será que no me gusta lo suficiente?
- ¿Por qué no reacciona mi cuerpo?
Tu mente, viéndote en apuros, decide tomar el control de la situación.
Inmediatamente, intenta FORZAR una respuesta sexual de acuerdo con tus creencias o tus “deberías”.
Así que los pensamientos que puedes tener en esos momentos podrían ser algo parecido a:
- “tengo que sentir”
- “tengo que relajarme”
- “tengo que experimentar deseo”
- “tengo que excitarme”
¿Y cómo es que NO funciona?
Pues porque cuanto más te esfuerzas en provocar una respuesta que tendría que surgir ESPONTÁNEAMENTE, menos probabilidades tienes de conseguirlo.
Ahora dime:
El pensar en “tengo que…”, ¿te ayuda a relajarte y sentir o te estresa más?
Ya.
Y si estás estresada, ¿es posible que tu cuerpo reaccione con excitación o es más probable que se bloquee?
Pues eso.
Cuanto más intentas provocar voluntariamente tu deseo sexual con la mente, más te bloqueas, porque pasas a razonar, lo que ha de ser espontáneo.
El deseo ha de surgir como reacción natural a una caricia, a unos besos, a unos preliminares… pero NO como respuesta a una exigencia personal,
Si te exiges tener una respuesta sexual determinada, vas a entrar en un círculo vicioso:
pensar –> forzar la reacción –> bloquearte
Y este bloqueo te traerá más pensamientos que volverán a forzar la reacción y aumentarán tu bloqueo.
Después de todo lo leído, ¿crees que forzar lo espontáneo te ayuda o es una solución que mantiene el problema?
¿Y qué puedes hacer?
Si lo que haces no te funciona, empieza a hacer algo diferente.
Te recomiendo algunas cosas:
1. Deja de exigirte
Olvídate de si tienes o no tienes deseo, de si sientes algo o no sientes nada, de si estás más o menos excitada, porque mientras sigas pensando, NO estás sintiendo.
Y el objetivo es SENTIR.
Trata de concentrarte en las sensaciones corporales.
2. Presta atención a otras cosas
A veces, estás tan focalizada en el si te excitas o no, que te olvidas de disfrutar de otras cosas, como por ejemplo, en la sensualidad.
Las caricias, los besos, un masaje, el mirarse a los ojos, el contacto piel con piel, la expresión del cariño…
Olvídate de si tu cuerpo reacciona sexualmente o no y trata de disfrutar del momento.
3. Evita evitar
Cada vez que evitas, estás dándole más fuerza al motivo por el cual evitas.
Por lo que al cabo de un tiempo, algo que empezó como un “pequeño” problemilla, se convierte en un gran problema que te invalida.
Además, evitar hace que aumente tu inseguridad y que sientas cada vez más miedo.
Por eso, lo mejor es afrontar el problema.
4. Habla con tu pareja
Busca un lugar y un momento relajado donde puedas hablar con tu pareja de lo que te sucede. Evita que este momento sea antes o durante de la relación sexual.
Tratad de buscar entre ambos otras maneras de disfrutar de vuestros cuerpos, de las sensaciones, del estar juntos…
Poco a poco, con cada nuevo intento, se reducirá tu ansiedad y, con toda probabilidad, volverás a tener deseo.
5. Reflexiona si hay algún motivo concreto que esté provocando el rechazo al sexo
A veces una experiencia pasada no asimilada, puede provocar ciertos miedos e inseguridades que te impidan disfrutar del sexo en tu presente.
No está de más que dediques algún momento a buscar si hay algo que no hayas superado o que te traumatizara en tu pasado, que pueda estar provocando esa falta de deseo sexual actual.
6. Si tú sola no puedes solucionarlo, busca ayuda profesional
Si en vez de disfrutar, te agobias por tu exigencia, si cada encuentro sexual hace que tu ansiedad suba por las nubes, por favor, no te lo pienses ni un minuto más, busca ayuda profesional.
Toda persona merece disfrutar de su sexualidad, así que si tú no lo haces, es momento de tomar cartas en el asunto.
Espero que ahora tengas un poco más claro por qué algunas soluciones no te ayudan a superar la falta de deseo sexual.
Si crees que este artículo puede ayudar a otras mujeres, ayúdame a difundirlo.
Ramón dice
Hola a mi esposa la siento fria en lo sexual
Yo quiero tener sexo y ella no quiere no quiere que la toque
Miriam Esquivel dice
Hola Ramón, ¿Y sabes cuáles son los motivos? Porque a través del diálogo y la comprensión se pueden buscar soluciones. Un saludo.
Fiama dice
Hola buenos dias … tengo un serio problema desde que fui mamá alos 15 años el deseo sexual desaparacio .. son pocas las veces que tenemos relaciones con mi esposo i que yo lo disfrute hoy con 26 años sigo teniendo ese problema 🥺
Miriam Esquivel dice
Hola Fiama, mira te voy a dejar este post que probablemente te ayudará a tratar el tema desde otro lugar: https://www.mypsicologa.com/la-puesta-en-marcha-sexual-de-la-mujer/ Un saludo
Sonia dice
No tengo ganas de tener relaciones con mi pareja. Antes era re sexual ahora ya no nose si sera porque ahora ya convivimos y antes no.. Pero el siempre tiene ganas y yo soy la q dice que no. Cuando lo ago por ai termino disfrutando del encuentro sexual pero me cuesta hacerlo nose porque estoy asi. Quiero ser como antes
Miriam Esquivel dice
Hola Sonia, la convivencia puede “apagar” un poco la “pasión” del encuentro ocasional. Mi consejo es que busquéis un día concreto y tengáis una “cita” y hagáis aquellas cosas que antes hacíais y te hacían tener otra predisposición para la relación sexual. Un saludo.
Jorge dice
Mi esposa tiene 53 años y no quiere tener sexo ella dice que se les fueron los deseos no quiere ni que la toque nos separamos como un mes y ya estamos juntos de nuevo estubo en la casa de la hija. Empezamos de nuevo pero con la condición que no la forzara a tener sexo es una situación muy dura para mi creo que está siendo provocada por la menopausia siempre tuvimos una vida sexual muy buena pero ahora es un desastre
Miriam Esquivel dice
Hola Jorge, si está con la menopausia, podría ir al médico y pedir que le recete algo. A veces el tratamiento con estrógenos (o fitoestrógenos si quiere algo más natural) puede ayudar a reducir los síntomas de la menopausia. Otra opción es ver si a nivel psicológico tiene algún bloqueo. Para eso, la recomendación es hacer psicoterapia. Podéis buscar terapia de pareja. Si queréis información sobre mi servicio de terapia de pareja online, te dejo el enlace: https://www.mypsicologa.com/terapia-coaching-pareja-online/ Un saludo.