No es tan fácil ver la diferencia entre perdonar y olvidar porque tanto las personas como los libros mezclan a veces, ambos significados.
Ahora también puedes escucharlo haciendo “click” en “Reproducir”:
En este post me propongo aclarar estos dos conceptos desde un punto de vista psicológico y práctico para evitar que te quedes en la trampa de tu estado emocional o mental.
La diferencia entre perdonar y olvidar
Para mí, perdonar implica:
- Aceptar que lo que pasó, aunque dolió, no se puede cambiar
- Validar tus sentimientos, pero
- Elegir liberarte de aquellos negativos que te mantienen atrapada o atrapado
Si no te gusta la palabra perdonar, puedes utilizar la de “comprender”.
Comprende que:
- La persona que te causó el daño no pudo o no supo hacerlo de otra manera
- Tú, no pudiste o no supiste gestionar la situación de otro modo
- No se puede cambiar a las personas
- No se puede cambiar el pasado
- Pero sí puedes cambiar tu manera de percibir lo que pasó o darle un sentido diferente.
- Sí puedes hacer algo con lo que sientes para dejar de sentirte mal
¿Quieres aprender a liberarte de esas emociones que te mantienen estancada/o en sentimientos que NO te aportan nada positivo?
Bien, si es así, sigue leyendo, porque hay otra cosa importante que tienes que tener clara.
Perdonar NO es Olvidar
Al menos, NO para mí.
¿Por qué?
Desde mi punto de vista, hay cosas que son fáciles de olvidar.
Y hay otras que es necesario recordar.
Por ejemplo, es importante recordar:
- En quién puedes confiar y en quién no.
- Qué fue lo que desencadenó el suceso.
- Qué es lo que tienes que evitar
- Cómo puedes protegerte
- Con quién vale la pena que inviertas tu energía y con quién no.
- Etc.
Así que, el perdonar tiene que ver contigo, es decir, es una acción dirigida hacia ti.
Perdonar es liberarte de las emociones que se convierten en una carga que te pesa y te impide avanzar.
Pero no hace falta que te olvides de lo que sucedió ni de la persona que te hizo daño.
De hecho, espero que lo tengas presente de cara a un futuro.
Ya que, probablemente, tendrás que realizar alguna estrategia diferente para que no se repita la situación dolorosa por la que pasaste.
Para que entiendas mejor la difernecia entre perdonar y olvidar voy a ponerte un par de ejemplos ejemplos.
1. Ejemplo relacionado con otra persona
Podría ser que hayas tenido una relación de pareja, un jefe o una amistad que te dijo o te hizo algo que te hizo daño.
Trata de visualizar por un momento la situación y la persona, y permite que surja cualquier sentimiento.
Las emociones que pueden surgir son, por ejemplo:
- De tristeza: porque te hicieron daño.
- De rabia contra el otro: porque no tenía ninguna razón para tratarte como lo hizo.
- De rabia contra ti mism@: por no haber sabido gestionar la situación de una manera distinta.
- De miedo: a volver a vivir una situación parecida con otra persona
- De dolor: por lo mal que lo pasaste
- De resentimiento: por seguir acordándote de lo que te pasó más de la cuenta.
- De venganza: por desear que a esa persona le pase algo parecido a lo que ella te ha hecho a ti o, de poder devolverle la jugada.
¿Te ha surgido alguno de estos sentimientos al pensar en tu caso?
Bueno, primero de todo, NO te juzgues.
Recuerda: Están bien TODOS tus sentimientos.
Luego veremos qué hacemos con ellos para conseguir que dejen de atormentarte.
Fíjate que aunque haya pasado el tiempo y ya no estés cerca de esa persona que te causó el daño o, incluso aunque lo estés, pero la situación dolorosa ya ha pasado, es curioso que si lo visualizas AHORA, te pueden surgir los mismos sentimientos que sentiste en aquel momento.
Pues no consigues liberarlos.
Tristeza, rabia, dolor, miedo…
Y aunque sabes que no debería afectarte tanto, no consigues manejarlo de otra manera.
Vamos al otro ejemplo.
2. Ejemplo relacionado contigo misma/o
Podría ser que no consiguieras algo que para ti era importante.
Quizá porque…
- No te esforzaste lo suficiente
- No le diste la importancia que tenía
- No lo veías vital en aquel momento
- Estabas pasando una mala época
- Etc.
Y claro, debido a eso, ahora no puedes estar en el lugar que querías o hacer aquello que te gustaría.
Aquí te pueden surgir sentimientos de:
- Tristeza
- Dolor
- Rabia
- Miedo
- Decepción
- Apatía
Pero en este caso, el/la causante de esos sentimientos has sido tú.
Entonces, si te dedicas a criticarte y culparte por “lo mal que lo hiciste” y “las consecuencias que ahora tienes que aguantar”, te quedarás estancada/o en tu sufrimiento y no podrás avanzar.
Porque la culpa es la manera en que mantienes esos sentimientos negativos contigo.
El perdón (o la comprensión)
Si no estás habituado/a a perdonar o comprender, es posible que pase un tiempo antes de que puedas hacer algo distinto.
Pero aquí estoy yo, para guiarte por el camino.
Nuestro primer acuerdo tiene que ser este:
¿Estás dispuesta/o a liberarte de esos sentimientos negativos que te atrapan?
Hayan sido causados por otro o por ti mism@. Eso no importa.
¿Estás dispuesto/a a hacer lo que sea necesario para liberarte del dolor?
3 ejercicios para liberarte del dolor
1. Escribe una carta dirigida a la persona a la que necesitas perdonar
Y mira que te digo, que la que lo necesitas eres TÚ.
Es importante que la escribas a mano.
En esa carta saca toda tu rabia, toda tu tristeza, todo tu dolor y escribe todo lo que te surja.
Si te apetece poner tacos, ponlos. La rabia no es educada.
La idea es que todo eso que está en tu interior salga de tu cuerpo para quedarse en el papel.
Y acepta que:
- Lo hiciste lo mejor que supiste con los conocimientos y recursos que tenías en esos momentos
- Las cosas fueron así y no puedes cambiar el pasado
- Puedes elegir cambiar tu futuro
2. Decide nuevas acciones
¿Qué es lo que vas a hacer de manera diferente a partir de ahora?
¿En qué vas a focalizar tu mirada una vez dejes de darle tanta atención a esa persona o ese fallo que tuviste?
Haz una lista de las acciones que pondrás en práctica.
3. Ponlas en práctica
Una vez tengas claro las acciones que vas a tomar, tendrás que llevarlas a cabo, sino, no sirve de nada.
Lo que está claro es que esa persona o esa situación o ese fallo no puede estar quitándote tanta energía.
Si perdonas, te liberas del peso de la culpa y entonces tienes energía disponible para las cosas que son realmente importantes.
Recuerda que perdonar no es lo mismo que olvidar.
Y que el hecho de que hagas lo uno, no implica necesariamente lo otro.
Aunque con el tiempo, podría pasar.
Como consecuencia de elegir poner el foco de tu atención en cosas que realmente valen la pena, consigues estar en calma y aquello que te mantiene atrapada/o se libera.
No es que te olvides, porque es importante que mantengas tu aprendizaje respecto a lo que te pasó, pero dejas de darle tanta atención.
Con tus emociones negativas liberadas, por fin existe espacio para lo nuevo.
Ojalá mi explicación te ayude a entender la diferencia entre perdonar y olvidar para que puedas dar un paso adelante, en caso de que estés atrapado/a en alguna situación dolorosa.
Y si ves que tú sola/o no puedes, recuerda que siempre puedes contar conmigo.
Infografía
Te dejo una infografía como resumen del artículo.
Judith andrade dice
Gracias por personas tan valiosas como tu.
Miriam Esquivel dice
Gracias Judith, todas las personas somos valiosas, tú, yo, los lectores del blog y los que no lo leen. Es importante recordar que todo ser humano tiene un valor intrínseco y ese le viene dado por el simple hecho de existir. ¡Un abrazo!
Judith andrade dice
El ayudar a otras personas en superar situaciones con nuestros criterios y vivencias hacen la diferencia.
Miriam Esquivel dice
Hola Jusith, gracias por comentar, aunque no sé si entiendo bien tu comentario. Sí, es verdad que eso hace la diferencia, pero hay que tener al mismo tiempo mucho cuidado con “nuestros” criterios y vivencias, porque como norma general, filtramos la experiencia del otro a partir de la nuestra y, eso no siempre ayuda, pues al otro le puede estar pasando algo totalmente distinto. Así que siempre es mejor preguntar para no dar por sentadas cosas que quizá no lo estén. Un saludo.