Consigue más tiempo para ti dejando de estar “siempre” disponible
Como persona empática, es normal que quieras ayudar a otras personas.
Y estar “disponible” para otros está bien, siempre y cuando eso no te robe el tiempo que tú necesitas para ti.
El problema de no saber decir que no, es que:
- pierdes tu energía
- pierdes tu paz
- pierdes el respeto por ti
Si te comprometes a hacer cosas que no te apetecen, acabas dando tu energía a los demás y al final no te queda para ti.
Tienes derecho a decir no.
Eso es un acto de amor y respeto por ti.
Y para que lo hagas de manera sencilla y en menos de 5 minutos, te he preparado una guía con 3 pasos infalibles, que te ayudará a recuperar muchas de las horas que vas regalando a los otros.
Muchas personas quieren hacerte creer que “decir no” o “poner límites” significa “que eres una persona egoísta y que solo piensas en ti”.
Y yo te pregunto:
¿Es eso cierto?
Apuesto a que no.
En realidad, casi que es lo “opuesto”.
Eres una persona tan considerada que “casi siempre” dices sí a los otros y a sus peticiones.
El terapeuta con el que me formé en Terapia Gestalt siempre decía:
Un sí a otro, es un no a ti.
Yo soy una persona empática y sé lo difícil que puede ser a veces poner límites o decir no.
Especialmente, a aquellas personas a las que quieres.
Pero no te estoy diciendo que a partir de ahora digas No a todo.
Te digo que digas No a lo que no te apetezca y te digas Sí a ti.
En la guía que he escrito verás:
-La fórmula sutil para decir no, sin sentirte culpable. En el paso 1 aprenderás a declinar peticiones de manera suave y respetuosa. Ya verás la sensación de alivio que vas a experimentar al priorizar tus propias necesidades.
-Cómo establecer tus prioridades y recuperar tu tiempo con una frase efectiva. Cuando digas esa frase vas a reforzar el respeto hacia tu tiempo y lograrás que los demás también lo hagan.
-Rompe la tendencia a complacer, eligiendo “algo diferente”. Te lo explico en el paso 2. Y utiliza el “no” que te libera y quizá sorprenda a los demás. Esto lo verás en el paso 3.
-Cómo la rigidez al establecer límites puede volverse en tu contra. Descubre los peligros de una postura inflexible y aprende a evitar malentendidos. De esta manera conseguirás mantener un equilibrio entre proteger tus límites y tener relaciones saludables.
Dependiendo de tu nivel de comodidad y experiencia, podrás empezar por el paso que más se adapte a ti.
-Si nunca has dicho “no” antes, el paso 1 es un buen punto de partida para construir tu confianza.
-Si ya tienes algo de experiencia estableciendo límites, puedes avanzar directamente al paso 2 o incluso al paso 3, según te sientas preparado/a.